Tienen el poder entre ceja y ceja. Lo ven, lo huelen, lo saborean. Y a veces se les atraganta. El fotógrafo Platon ha captado las caras de presidentes, primeros ministros, dictadores. Primeros planos de sus expresiones. Dos psicólogos, Deogracias Mellado y Esther Mellado, nos ayudan a entender qué pueden decir sus rasgos.
Experto en el retrato de celebridades, Platon Antoniou aprovechó un encuentro de líderes de todo el mundo celebrado en septiembre de 2009 en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, para improvisar, cerca de la sala de la Asamblea General, un pequeño estudio por el que logró que pasaran 50 poderosos. Se trata, pues, de un trabajo rápido, aunque cualificado, como llevado a cabo por un fotomatón inteligente o un policía capaz de combinar el deber de fichar a los detenidos con su afición a la fotografía. El conjunto resulta inquietante, como cuando acercamos la lupa a la cabeza de una mosca distinguiendo de súbito, y en detalle, cada uno de sus accidentes. Tratados por la cámara de Platon como insectos a los que hubiera aplicado un objetivo macro, los rostros de estos políticos devienen en una suerte de repertorio zoológico. Quedarían perfectos en esas cajas con la tapadera de cristal donde se muestran, disecadas, las diferentes familias de escarabajos.
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Intuyen que durante unos segundos han cedido poder al fotógrafo, en apariencia inocente, pero que les ha desnudado
normalmente, cuando nos asomamos a la fotografía de un rostro, no reparamos de manera especial en los labios, ni en la nariz, ni en las orejas, ni siquiera en los ojos. Nos limitamos a hacernos una idea del conjunto, como cuando observamos la geografía de un lugar a vista de pájaro. En estos retratos de Platon se nos ofrece, además del conjunto, el detalle, como si hubiera pretendido captar, más que la expresión, la textura de la piel, sus particularidades, sus poros, sus defectos. ¿No se ha mirado usted nunca en uno de esos espejos de aumento que hay en el cuarto de baño de algunos hoteles? ¿No le ha extrañado tener barba pese a acabar de afeitarse? ¿No le han sorprendido esos flagelos de las orejas de cuya existencia no era consciente? ¿Acaso no ha advertido en el fondo de su mirada un punto de mezquindad, de opacidad, de miedo? ¿No le ha causado disgusto ese pelo indisciplinado de una ceja que rompía la armonía del conjunto, la mancha de la piel por la que quizá debería acudir al dermatólogo, el punto negro que parecía una espinilla sin serlo? ¿No ha tenido la impresión de que esos espejos moderadamente cóncavos, o convexos, ahora no caigo, le decían de usted cosas que habría preferido ignorar? ¿Se ha preguntado con inquietud si los demás le verían con la crueldad con la que usted se observaba en aquellos instantes?
No se pierdan, por ejemplo, el retrato de Obama, canon actual de la belleza masculina, en cuyo rostro, sin embargo, abundan las irregularidades: ahí están los pelos de las cejas, por ejemplo, insuficientemente depilados, o el bultito inquietante de carne situado junto a la fosa nasal izquierda, o los puntos negros de la mejilla de ese lado, por no mencionar las canas, que brincan por su pelo a modo de lombrices inquietas. Llama la atención asimismo la turbiedad acuosa de sus lacrimales y el tamaño de algunos de los poros de su piel. Pero lo que de verdad impresiona en este hombre, modelo también universal de equilibrio psicológico, es la inquietud que palpita en lo más hondo de su mirada (no olviden que estamos hablando del individuo más poderoso del planeta Tierra). ¿Qué está haciendo conmigo este fotógrafo?, parece preguntarse. Y se lo pregunta con toda la razón, pues el objetivo se ha acercado tanto a su rostro que se le ve, como si dijéramos, la cárcel ilegal de Guantánamo, además de las víctimas civiles de Afganistán, entre otras monstruosidades que nadie habría podido imaginar en un paisaje tan sereno.
Casi todos los personajes de la galería provocan la impresión de hacerse la misma pregunta (¿qué me hace este hombre?), como si hubieran sido sorprendidos (póngase ahí, mire fijamente al objetivo) sin tiempo para reaccionar o sin un jefe de prensa cercano que pusiera límites al retratista. Intuyen que durante unos segundos de vértigo han cedido su poder a ese fotógrafo, en apariencia inocente, que ha montado un tenderete en el pasillo. En otras palabras: se han quedado, literalmente, desnudos. Observadas con detenimiento, alcanzamos la conclusión de que muchas de estas fotografías son en realidad imágenes de fusilados. Platon les dijo que iba a retratarlos y en realidad los fusiló. Observen, si no, con detenimiento los rostros de Netanyahu, de Medvédev, de Mugabe, de Álvaro Uribe, de Evo Morales… Parece que en el instante mismo de sentir el clic de la cámara se dieron cuenta de que aquello no era una sesión de fotos, sino una ejecución en toda regla. ¿Qué hago yo aquí?, parecen preguntarse muchos de ellos, ¿por qué no me avisaron de qué iba esta vaina?, ¿dónde están mis jefes de prensa, mis asesores de imagen, mis ministros, mis peluqueros, mis maquilladores?
En ese sentido llama la atención, por ejemplo, que Cristina Fernández –siempre tan preocupada por su imagen– aparezca casi de cuerpo entero en una fotografía que carece de la crueldad de las anteriores. Es probable que ella o sus asesores prohibieran al fotógrafo obtener un primer plano de su rostro. Lo mismo sucede con Gaddafi, un tipo que, detentando el poder desde 1969, se las sabe todas. No es que haya salido bien con ese gesto de desprecio y ese mapa de África que lleva en el pecho al modo de una pistola, pero ha salido al menos como a él le gusta verse: dando miedo (también un poco de asco, para decirlo todo). Hay más excepciones de este tipo, pero la regla es el primer plano del rostro. Algunos mandatarios, o sus asesores, se quedaron a medias en la negociación, logrando que el fotógrafo abriera sólo un poco el objetivo. Es el caso de Zapatero, al que nadie tuvo, sin embargo, la caridad de indicarle que bajara la barbilla, de modo que se le ve, además de la barba (se había afeitado mal), la soberbia de cuya carencia presume.
hay otro grupo de poderosos que logró vencer al objetivo cruel, un grupo que detuvo, como el que dice, la bala, porque su seguridad personal, su aplomo, los convertía en gente no fusilable: es el caso de Ahmadineyad, cuyos ojos, en medio de los contornos de esquela de su rostro, brillan con una perspicacia tal que fusilan al objetivo en vez de ser ajusticiados por él. Sucede algo parecido con Berlusconi, que desde su semblante de cartón piedra consigue seducir a la cámara con la habilidad con la que cautiva al electorado. Tampoco ha salido malparado Lula, cuya mirada transmite seguridad en sí mismo, franqueza, y confianza en los demás. Chávez, en cambio, fracasa en el intento de poner en su sitio al verdugo, de un lado por la potencia de esa verruga con pelos que corona su frente y que reclama poderosamente la atención del espectador. De otro, porque en lo más hondo de su fiera mirada laten las preguntas de los más inseguros de este raro catálogo: ¿Qué hace este hombre? ¿Por qué se acerca tanto? ¿Qué pretende? ¿Dónde rayos están mis asesores?
Quedaría por reseñar aún un último grupo de ajusticiados a los que se podría calificar de indiferentes, pues lo mismo les da (o eso parece) que los fusilen o los fotografíen. Es el caso, por ejemplo, de Václav Klaus, de Kagame, de Jacob Zuma… Dado que la indiferencia siempre cotiza al alza, han salido bastante bien parados de la prueba, pues a ninguno de ellos logró el fotógrafo arrebatar el alma.
si tuviéramos que calificar este conjunto con un término procedente de la pintura, diríamos que Platon ha hecho un ejercicio de expresionismo. Quizá ha aplicado a su cámara (y a su mirada, por tanto) un filtro que al aumentar el rostro de los fotografiados deformaba ligeramente su expresión, todo ello con el objeto de ver qué ocurría, de averiguar si de ese modo podía obtenerse un retrato moral. Si de esto se trataba, no estamos seguros de que lo haya conseguido, ya que no se aprecian diferencias entre los dictadores y los demócratas, los capitalistas y los marxistas, los representantes de los países ricos y los de los países pobres, los beatos y los agnósticos. Pero tal vez en esa compulsión de carácter entomológico buscaba no tanto desnudar al rey –a los reyes–, sino a sí mismo. Quizá la sucesión de estos rostros constituye en última instancia un modo de fotografiarse a sí mismo. Es decir, a nosotros.
Luiz Inácio Lula da Silva
64 años. Presidente de Brasil desde 2003. Dejará el cargo el 1 de enero de 2011.
"Se caracteriza por su astucia general, inteligencia práctica, la sagacidad para introducirse y maniobrar en los círculos sociales y profesionales de su interés. Su imagen de sociabilidad y de activista en las causas nobles y altruistas tiene mucho de estrategia. Le encanta inspirar las emanaciones gratas de su popularidad, de contar entre los importantes y recibir el aplauso de las masas. Sus gestiones casi siempre se desarrollan con un proyecto y planificación".
Fernando Lugo
58 años. Presidente de Paraguay desde 2008. Era obispo. Tiene un hijo reconocido.
"Se percibe un temperamento expansivo que le impulsa a la extraversión, sociabilidad interesada, a sentirse estrella que brilla con luz propia y al ejercicio de su profesión que le llena plenamente. Domina el arte social de sorprender y hacerse admirar. Su pensamiento se orienta a lo pragmático y al tiempo presente. Le es fácil el uso de la palabra e improvisar un discurso. Independiente y liberal, especialmente en sus hábitos. Carácter algo versátil causado por su viva emotividad".
René Préval
67 años. Presidente de Haití desde 2006. Su país es el más pobre de América.
"Persona de cabeza bastante bien organizada y con calidad en sus procesos mentales. Posee aptitud analítica y de profundización en los temas. Dado a la organización, previsión y administración razonable y conveniente. De corte conservador, pero también con visión de progreso que mira al futuro. Tacto y diplomacia y con las reservas propias de un político cauto que por más que exponga mantiene inaccesible aquello que no debe saberse".
Álvaro Colom
58 años. Presidente de Guatemala desde 2008. Socialdemócrata.
"Constata una imaginación fértil asociada a un razonamiento analítico que le permite disponer de recursos para ser original en sus gestos y enfoques, atractivo en lo social y transmitir una seguridad personal que en realidad no es tal. Pero sí le dota de sensibilidad social y una empatía alta para descender e identificarse con la colectividad. Posee la habilidad de que le consideren con más capacidad de gestión, de liderazgo y ejecución audaz, cuando la realidad es inferior".
Álvaro Uribe
57 años. Presidente de Colombia desde 2002. Vive su segundo y último mandato.
"La inteligencia abstracta e imaginativa le permite tener una visión amplia e idear con perspectivas de futuro. Estas capacidades combinan con una realidad personal de hombre moderado a la hora de actuar, conservador en sus decisiones. Comunica con calidad y destellos de creatividad, pero movido en muchas ocasiones por lo que el otro quiere escuchar. Es un hombre con capacidad para el consenso y la negociación. Como perfil de carácter, es más gestor que líder por impacto personal".
Felipe Calderón
47 años. Presidente de México desde 2006. Termina su mandato en 2012.
"De pensamiento sensato e inteligencia analítica. Calculador y precavido. Hombre de criterio y con principios. Espíritu conservador con prospecciones a la tradición y patrocinador de la moral limpia. Hay cierta elegancia en su porte general y desecha el prosaísmo. Se propone moderación en sus conductas. El poder es el objetivo prioritario de su proyecto personal, lo que le puede hacer caer en amagos autoritarios".
Yukio Hatoyama
63 años. Primer ministro de Japón desde 2009. Socialdemócrata, sucede a 60 años de gobierno conservador.
"Una personalidad con talento y miras progresistas; inquietud por los cambios porque tiene fe en ellos; seguridad personal y la audacia conveniente y recursos creativos para la innovación y planificación pragmática, sin caer en el olvido social (frente inclinada + esqueleto expansivo + triángulo sentidos grande + tono adecuado). Diplomático sensible, amoldable interlocutor, pacífico y oportuno conversador. Soporta las presiones y actuará sin impaciencias".
Rupiah Banda
73 años. Presidente de Zambia. Sucedió en el cargo a Levy Mwanawasa tras su fallecimiento en 2008.
"En su persona se produce una asociación de sentido común y lógica con un instinto pacífico. Configura un carácter más bien sociable, contemporizador; con orientación a lo material y
hedonístico (frente diferenciada + triángulo sentidos grande + modelado redondeado). Más propicio a la tolerancia que a la intransigencia. Su liderazgo se caracterizará por el afán de justicia y la protección de su colectivo. Cierto interés reconciliador y presto a negociar".
Paul Kagame
52 años. Presidente de Ruanda desde 2000. España y Francia le han procesado por el genocidio en su país en 1994.
"Hombre de mente dinámica y dotada de rapidez de reflejos. Intuye y actúa con tal celeridad que muchos de sus actos son más viscerales que racionales. Su proyecto personal apunta a la conquista del estrellato, el rol de líder aclamado y ególatra. Posee poder de comunicar y convencer (triángulo y sentidos grandes y con tono alto). Buen nivel de temperamento batallador e impulso polemista. Silencio sentimental. Individualista".
Borís Tadic
52 años. Presidente de Serbia desde 2004. Socialdemócrata, formó Gobierno en 2008 junto al partido de Milosevic.
"Ha nacido para mandar, y ése constituye su proyecto personal más o menos implícito (esqueleto grande + perfil vertical + mandíbulas sólidas). Y no puede ser menos, dada su recia personalidad. Transpira seguridad, autoridad, energía, inteligencia calculadora y estratégica, resistencia física y una voluntad de hierro. No teme a los retos, que previamente estudia, y organiza sus pasos y acciones. Gran capacidad en tomar decisiones de forma razonada y objetiva (frente vertical + ojos concentrados). Introvertido personalmente y expansivo en el crecimiento de cuanto dependa de su responsabilidad. Es un conservador optimista".
Asif Alí Zardari
53 años. Presidente de Pakistán desde 2008. Viudo de Benazir Bhutto, forzó la dimisión del general Musharraf.
"El marco expansivo y las formas onduladas de su cara corresponden a un temperamento sensual. Le gusta disfrutar de la vida y tiene una perspectiva práctica de las personas y situaciones. De carácter sociable y con facilidad para adaptarse a nuevas situaciones. Considera que la flexibilidad y el adecuarse a cada momento reporta más éxito y beneficios que no la tenacidad o el rigor ideológicos".
Robert Mugabe
86 años. Presidente de Zimbabue desde 1980. La oposición denuncia fraude en las elecciones de 2002 y 2008.
"Presenta un carácter aguerrido, impositivo y con tendencia a la inestabilidad. De juicio crítico poco definido, a pesar de sus impulsos incontenidos a la discusión y la polémica que a la vez le producen un placer íntimo. Es intuitivo, rápido en reflejos y con facilidad expresiva, y se defiende bien nadando en aguas revueltas y enfangadas (frente muy inclinada). Posee un punto de persona egocéntrica".
Jacob Zuma
67 años. Presidente de Suráfrica desde 2009. Líder del Congreso Nacional Africano, tiene tres esposas y 20 hijos.
"En su personalidad resalta una gran capacidad comunicativa y una mente receptiva, con visión amplia de su entorno y pensamiento práctico y egoísta (asociación de frente inclinada y redondeada + triángulo de sentidos grande). Entre sus tendencias se hace patente la hedonística, el placer y aprecio a bienes materiales para sostenerle. De juicio adaptativo según conveniencias. Polaridad en el tono emocional. Aptitud discreta en gestión".
Mahmud Ahmadineyad
53 años. Presidente de Irán desde 2005. Reelegido en 2009. Niega el Holocausto y cree que Israel debe "desaparecer del mapa". Occidente teme su programa nuclear.
"Personalidad dirigida por unas ideas de racionalidad rigurosa e inflexible. Es desconfiado, emocionalmente contenido y frío. Sus decisiones se originan en unos criterios firmes y constantes. Sus ojos hundidos asociados a su nariz con punta ancha y carnosa revelan poca capacidad para escuchar y sintonizar con las necesidades afectivas o personales de su entorno".
Barack Obama
48 años. Presidente de Estados Unidos desde 2009. Demócrata. Primer afroamericano en acceder al cargo. Su elección desató una ola de esperanza mundial que desembocó en el Premio Nobel de la Paz.
"La fuerza de sus aptitudes mentales le dota de una visión amplia y global de las situaciones. Creativo y analítico, lo que se significa en el surco que horizontalmente marca su frente. Parte de su poder radica en su capacidad para generar ideas, que es superior a su capacidad de acción. A pesar de su potencia comunicativa, afectivamente no se deja llevar por la pasión".
Dimitri Medvédev
44 años. Presidente de Rusia desde 2008. Su antecesor y ahora primer ministro, Vladímir Putin, le apoyó en las elecciones. Abogado y ex consejero de Gazprom.
"Evidencia una combinación de racionalidad, espíritu combativo e inteligencia estratégica. Piensa y organiza apoyado en valores pretéritos, pero con las miras puestas en expectativas futuras de seguridad y poder. En general, mantiene una actitud de prudencia y diplomacia calculada; de sagacidad y comunicación social comedida. Consciente de sus responsabilidades".
Ban Ki-Moon
65 años. Secretario general de la ONU desde 2007. Sucedió a Kofi Annan.
"Hombre con una estructura psicológica con preferencia por la actividad mental y con recursos imaginativos. El tamaño y la forma redondeada de su frente muestran su capacidad para escuchar, recibir información y gestionarla. En cambio, le cuesta más decidir y trasladarlas al terreno operativo. En él hay sensibilidad para ser empático y comprensivo".
Silvio Berlusconi
73 años. Primer ministro de Italia desde 2008. Ya había desempeñado el cargo en 1994-1995 y 2001-2006. Magnate de la comunicación. Tiene varios procesos abiertos.
"Las estructuras generales de su personalidad dan testimonio de recursos potenciales para ser un triunfador, especialmente en los negocios (frente grande con abultamiento superior + mandíbula amplia + zona media controlada). Posee una mente talentosa. Es práctico, útil y material; persuasivo, eficaz y negociador. Devoto de la erótica del poder y del placer (mandíbula bien desarrollada + modelado redondeado)".
Tarja Halonen
66 años. Presidenta de Finlandia desde 2000. Reelegida en 2006. Socialdemócrata.
"Goza de una personalidad poderosa, con autoridad, la cabeza bien
organizada, humanismo, capacidad ejecutora y correcto autocontrol emocional. Su presencia inspira respeto, confianza y seguridad. Muy bien puede decidir y actuar con justicia y severidad. Dotada de visión amplia, capacidad de gestión y audacia en intervenir y ejecutar (mandíbulas grandes + barbilla proyecta + tono alto)".
Recep Tayyip Erdogan
56 años. Primer ministro de Turquía desde 2003. Reelegido en 2007. Conservador.
"En los integrantes de su cara se detecta cierta falta de armonía que se traducirá en sus comportamientos. Se intuye incertidumbre, reticencias y deficiente operatividad en la práctica de relaciones sociales y en lo ejecutivo (zonas laterales, izquierda y derecha, desiguales en tamaño y abertura). Se ve más pendiente de sus singularidades personales que de las colectivas. Tiende al oportunismo simulando actitudes y subiéndose al carro de proyectos con los que en realidad no comulga. Negociar con él puede resultar sorprendente".
Stjepan Mesic
75 años. Presidente de Croacia entre 2000 y 2010. Apoya a su sucesor, Ivo Josipovic.
"Carácter sólido, práctico, impávido, resolutivo y de acción. Con los pies firmes en el suelo. Resistente y opuesto a dejarse influir. Alejado de idealismos y anclado en el mundo concreto que le rodea, como las personas, la naturaleza y la problemática del día a día (esqueleto facial grande + mandíbulas sólidas + perfil en diagonal). Puede actuar con bondad o severidad ejerciendo la autoridad. Su gestión se centrará preferentemente en la técnica, las organizaciones empresariales, la producción y el progreso económico. Es operativo y poco teórico".
Lech Kaczynski
60 años. Presidente de Polonia desde 2005. Derechista. Su hermano fue primer ministro.
"En su estructura psicológica, las conductas y actitudes están dirigidas por una mente receptiva e informada y unos criterios orientados a lo práctico y conveniente. Resalta la soberanía del espíritu conservador y los impulsos de mando, aunque suavizados en su ejecución. Acusa una frustración emocional-afectiva que le motiva al poder y a la aceptación satisfactoria de los aplausos y baños de masas (pómulos pequeños). De apariencia bondadosa, pero capaz de recurrir a la mano dura".
Gordon Brown
59 años. Primer ministro del Reino Unido desde 2008. Sucedió a Tony Blair. Laborista.
"Se echa a faltar la capacidad de razonamiento lógico y principios consolidados. A ello se suma una cierta resistencia a la recepción de opiniones ajenas (triángulo pequeño + ojos hundidos). Sin duda, es reservado mentalmente y siente dificultad en exteriorizar sus sentimientos, circunstancia que dificulta su conexión social. Por todo ello transmite cierto aire de enigmático e imprevisivo. Psicológicamente da la impresión de cansancio y desorientación".
Evo Morales
50 años. Presidente de Bolivia desde 2006, reelegido en 2009. Primer jefe de Estado indígena de su país. Socialista, en 2006 nacionalizó los hidrocarburos.
"Instinto, fuerza, osadía y una autoridad personal aplastante que le impulsa a influir en su entorno para que sea como él piensa. No es amoldable y, a nivel personal, es altamente autónomo. Mantiene sus opiniones sin escuchar a otros, y se deja llevar por impulsos. En muchas de sus acciones hay ímpetu e impaciencia. La frente inclinada y grandes mandíbulas nos informan de que es muy elevado su sentido de lo práctico".
Hugo Chávez
55 años. Presidente de Venezuela desde 1999. Militar de profesión y de convicciones socialistas, su tercer mandato terminará en 2013.
Aspectos definitorios de su personalidad son la competitividad, la necesidad de cambio y la susceptibilidad con que los actos u opiniones contrarios de otros encienden su tendencia natural a oponerse y ser contestatario. Su perfil inclinado asociado a unos labios en proyección le definen como un hombre decidido y valiente, pero al que su impulso y dinamismo combativo anulan su sentido de la moderación".
José Luis Rodríguez Zapatero
49 años. Presidente de España desde 2004. Reelegido en 2008. Socialista.
"Su mente es el área más activa. La imaginación contribuye generosamente; en realidad es la que dirige sus comportamientos. Ante cualquier problema acude a las ideas que acumula en su intelecto. Algo indisciplinado en escuchar; le cuesta concentrarse en la situación concreta. Olvida a veces el análisis y rigor adecuados. La zona inferior expresa la capacidad de cristalización de proyectos, que, en este caso, aparece algo átona".
Cristina Fernández
57 años. Presidenta de Argentina desde 2007. Sucedió a su marido, Néstor Kirchner. Enfrentada a los agricultores, ha perdido el control del Senado. No podrá presentarse en 2011.
"Posee una mentalidad permeable que le otorga la percepción del momento presente e ir cambiándola sucesivamente. Deficiente juicio crítico (frente inclinada, redondeada y lisa). Influenciable, emotiva y de fácil comunicación, lo que le permite un discurso extenso, encendido y elocuente. Extravertida, altruista y "tutora" (triángulo + sentidos grandes y abiertos). Puede hundirse si le falta apoyo social, ya que es algo frágil".
Benjamín Netanyahu
60 años. Primer ministro de Israel desde 2009. Ya desempeñó el cargo entre 1996 y 1999. Su partido, el conservador Likud, gobierna con el ultraderechista Avigdor Lieberman.
"Estructura de mandíbulas anchas y frente estrecha. Por tanto, hombre de instinto, de ideas prácticas, determinantes y alejadas de idealismos
o divagaciones. No tolera las indecisiones, busca la eficacia y resolución. Astuto en comunicar y relacionarse dando la imagen de adaptable y
diplomático como fórmula para imponerse y obtener beneficios".
Mahmud Abbas
75 años. Presidente de la Autoridad Nacional Palestina desde 2005. Las elecciones, convocadas para enero de este año, se aplazaron hasta junio. Abbas no se presentará.
"Revela poder mental, reflexión analítica, especulación y concepción de maniobras (frente grande, casi vertical y tónica + atonía en resto de la cara). Interiormente, algo endeble y lento en tomar decisiones. Introvertido y atento a la movida social en parte para protegerse con su amabilidad, diplomacia y tacto en no comprometerse seriamente. Opuesto a las violencias y proclive a resolver por la vía pacífica y de entendimiento".
Yalal Talabani
76 años. Presidente de Irak desde 2005. Primer jefe de Estado kurdo (y no árabe) del país.
"La racionalidad le distingue y constituye su área de más actividad (asociación frente diferenciada + atonía en pómulos y mandíbulas). En la acción es más remolón. Versátil en sus estados de ánimo (mandíbulas átonas + barbilla redondeada). Su pensamiento le permite ser estratega y disimular. En su interior coexisten pulsiones dictatoriales. Posee autoridad para imponerse".
Muammar El Gaddafi
67 años. Líder de hecho de Libia desde 1969. Guía de la revolución de su país. Militar y político, ha sufrido varios intentos de derrocamiento.
"Con un temperamento aplastante, su disposición psicológica es la de dominar y dirigir. Inconformista, seguro de sí mismo,
valiente e independiente. Su inmadurez y egocentrismo los compensa absorbiendo de los otros admiración y subordinación".
El espejo del 'alma' Por Deogracias Mellado y Esther Mellado
La psicomorfología facial es una técnica de evaluación psicológica que estudia las relaciones entre las formas y estructuras físicas de la cara y la individualidad psicológica o personalidad. Es decir, se aproxima a las personas a través de la observación y análisis dinámico de los elementos físicos que conforman su rostro. Sus orígenes se asientan en la morfopsicología tradicional, que nació en Francia de manos del doctor Louis Corman y que parte de los principios psicosomáticos, de la relación entre cuerpo y mente y cómo el estado de uno influye sobre el estado del otro. Esta metodología define el rostro como una unidad funcional, compuesta por tres conjuntos de elementos: el óseo (esqueleto facial), el sensitivo (ojos, nariz y boca) y el muscular, y analiza la asociación e interacción entre ellos. Un ejemplo práctico para ayudar a su comprensión: unos pómulos grandes indican que la persona posee una capacidad innata para la sociabilidad y expresión sentimental. Pero si esos pómulos están acompañados por una nariz de hueso pequeño y con orificios cerrados, la realización de ese potencial quedará frenado por la timidez y recelos a la hora de conectar y comunicar. Así, puede constituir una técnica valiosa para intensificar la eficacia de nuestras relaciones y comunicación. En definitiva, se trata de observar la cara del que tenemos delante y asomarnos a su alma.
Deogracias Mellado y Esther Mellado son licenciados en Psicopedagogía y Psicología, respectivamente, por la Universidad de Barcelona. A través del Instituto Sicograf desarrollan la psicomorfología para asesorar a empresas y particulares. Son autores de 'Tratado de psicomorfología facial' y 'Manual práctico de psicología de la cara'.
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