de DEPRESIÓN
El uso de la palabra depresión y deprimido se ha convertido en algo tan común en los últimos tiempos que a veces parece que nos olvidemos de que se trata de un trastorno psiquiátrico que afecta al 10% de la población en España.
Pero, ¿en qué consiste la depresión?
La depresión es un conjunto de trastornos afectivos que afectan a personas (desde niños hasta ancianos) de todas las edades y es causa de muchos de los suicidios que ocurren cada año. Existen distintas causan que pueden conducir a un trastorno depresivo. Se considera que entre un 40‐50% del riesgo a sufrir este tipo de trastornos es de tipo genético, aunque también existen factores no genéticos como, por ejemplo, el estrés o eventos traumáticos a nivel emocional. Dentro de las principales consecuencias a nivel neurobiológico encontramos alteraciones estructurales, funcionales y moleculares en distintas aéreas del cerebro.
En las décadas de los 60 y 70 se creía que las alteraciones en los sistemas de neurotransmisión (principalmente de noradrenalina (NA), serotonina (5HT) y dopamina (DA) eran el sustrato principal de la fisiopatología de los Trastornos Afectivos. En los últimos años se ha visto que la causa última de estos trastornos es mucho más compleja que el simple hecho de una alteración en la actividad de los sistemas de neurotransmisión. Recientes estudios indican la existencia de ciertas alteraciones a nivel neuroanatómico que se asocian a los trastornos depresivos, en particular en determinadas áreas del córtex pre‐ frontal, la amígdala y el hipocampo. Estas alteraciones también pueden relacionarse con desregulaciones a nivel neuroendocrino.
La depresión presenta síntomas que interfieren de forma negativa en la vida diaria de las personas afectadas (problemas de sueño, apetito, laborales, etc.). Los pacientes afectados de depresión pueden llevar una vida normal pero se sienten permanentemente deprimidos, tienen dificultad para disfrutar la vida y no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos energía, una negatividad general, y un sentido de insatisfacción y desesperanza. Por esto, es muy importante el apoyo familiar, tratar la enfermedad y estabilizar al paciente lo antes posible.
Pero, ¿en qué consiste la depresión?
La depresión es un conjunto de trastornos afectivos que afectan a personas (desde niños hasta ancianos) de todas las edades y es causa de muchos de los suicidios que ocurren cada año. Existen distintas causan que pueden conducir a un trastorno depresivo. Se considera que entre un 40‐50% del riesgo a sufrir este tipo de trastornos es de tipo genético, aunque también existen factores no genéticos como, por ejemplo, el estrés o eventos traumáticos a nivel emocional. Dentro de las principales consecuencias a nivel neurobiológico encontramos alteraciones estructurales, funcionales y moleculares en distintas aéreas del cerebro.
En las décadas de los 60 y 70 se creía que las alteraciones en los sistemas de neurotransmisión (principalmente de noradrenalina (NA), serotonina (5HT) y dopamina (DA) eran el sustrato principal de la fisiopatología de los Trastornos Afectivos. En los últimos años se ha visto que la causa última de estos trastornos es mucho más compleja que el simple hecho de una alteración en la actividad de los sistemas de neurotransmisión. Recientes estudios indican la existencia de ciertas alteraciones a nivel neuroanatómico que se asocian a los trastornos depresivos, en particular en determinadas áreas del córtex pre‐ frontal, la amígdala y el hipocampo. Estas alteraciones también pueden relacionarse con desregulaciones a nivel neuroendocrino.
La depresión presenta síntomas que interfieren de forma negativa en la vida diaria de las personas afectadas (problemas de sueño, apetito, laborales, etc.). Los pacientes afectados de depresión pueden llevar una vida normal pero se sienten permanentemente deprimidos, tienen dificultad para disfrutar la vida y no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos energía, una negatividad general, y un sentido de insatisfacción y desesperanza. Por esto, es muy importante el apoyo familiar, tratar la enfermedad y estabilizar al paciente lo antes posible.
Jaume Guinot - Psicoleg col·legiat 17674
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