La anorexia infantil es un grave trastorno de la conducta alimentaria, que en menores de 12 años tiene poco incidencia (aunque las cifras están aumentando), pero que existe, está ahí en nuestra sociedad.
La conducta más común consiste en no comer aunque se tenga apetito.
Pero, ¿por qué razón?
A partir de los 9 años en adelante, este trastorno aparece como consecuencia de una obsesión por estar guapos/as, por estar delgados, por seguir los estrictos cánones de belleza que impone la sociedad y sobre todo, los "mass media". Para ello se calculan obsesivamente las calorías que se ingieren, se toman diuréticos o laxantes, hacen ejercicio de forma excesiva (sobre todo después de comer), juegan mucho con los alimentos durante la comida (parten los alimentos en trozos muy pequeños, los separan,…), etc. Tienen una imagen de sí mismos totalmente desfigurada ya que pueden estar muy delgados y cuando se miran al espejo se ven gordos.
Pero, en la anorexia en menores de 9 años la manifestación y las causas de la misma pueden tener un origen diferente. ¿Cuáles son estos?
La anorexia infantil, diferente como ya hemos comentado anteriormente de la que aparece en la pubertad o adolescencia, la inapetencia puede responder a los siguientes factores:
a) Factores orgánicos- enfermedades orgánicas: ya sean agudas (transitorias) como un catarro, unas anginas, una descomposición, erupción dental, etc.; o crónicas (enfermedades digestivas). Cuando estemos ante un caso de inapetencia infantil prolongada lo primero que tenemos que hacer es llevar al niño a su pediatra para que éste descarte posibles causas o enfermedades orgánicas.
b) Factores psicológicos: pueden ser producidos por cambios o factores estresantes para el niño como el destete (dejar la lactancia materna), el nacimiento de un hermanito, empezar la guardería, menor contacto o atención de la madre, muerte de algún familiar cercano, cambio de residencia, etc. Generalmente, los problemas con la alimentación suelen estar muy ligados a "llamadas de atención" del niño hacía su madre. En este caso, al igual que anteriormente, primero se debería descartar una causa orgánica y después descartar que exista un trastorno mental grave detrás.
¿Qué sintomatología es la que determina que mi hijo/a tiene anorexia infantil y no un problema de alimentación transitorio?
Podemos decir que un niño, normalmente menor de 6 años, tiene anorexia infantil cuando:
- Cuando existe una dificultad persistente para comer adecuadamente (por ejemplo, le cuesta mucho introducir cambios en la alimentación, no tolera bien los alimentos sólidos, sólo quiere tomar biberón,…) y esto se materializa en la incapacidad del niño para aumentar de peso.
- Cuando esta dificultad para comer está presente todos los días durante al menos un mes (es persistente), siempre y cuando, como ya hemos comentado anteriormente, no exista una causa orgánica o un trastorno mental grave o falta de disponibilidad de alimentos que lo justifiquen.
Las estadísticas indican que tan sólo un 20-35% de los casos de anorexia infantil suelen ser debidos a causas orgánicas y que más de un 50% se deben a factores psicológicos (dificultades en el entorno familiar, social o psicológico del niño). El resto de casos se desconocen las causas.
En muchas ocasiones, este período de inapetencia es transitorio y forma parte de los diferentes ritmos de desarrollo de cada niño (no todos los niños empiezan a gatear, andar, hablar, escribir o controlar los esfínteres a la misma edad). Es en este punto que debemos dejar claro un aspecto muy importante para entender la conducta alimentaria de los niños: hasta aproximadamente los 12-18 meses los niños comen platos rebosantes de comida. ¿Por qué? Su alto ritmo de crecimiento así lo requiere, necesitan grandes dosis de energía para continuar con su correcto desarrollo. Por ello, no deben saltar las voces de alarma cuando a partir de esta edad, el apetito del niño disminuye, porque su crecimiento también se ve relentecido y ya no necesita consumir tantas calorías. Esta inapetencia se mantiene hasta otro período también de crecimiento vertiginoso, la pubertad.
En algunos niños también se produce el fenómeno que los psicólogos denominamos "síndrome Peter Pan", es decir, una regresión hacía una etapa anterior (volver a utilizar el chupete, tomar biberón, hablar como un bebé…). Algunos niños experimentan este síndrome para quedarse anclados en una etapa infantil anterior y así poder continuar disfrutando de sus privilegios (recibir mayores atenciones de los adultos, que mamá me dé de comer, etc.).
También puede ocurrir que el niño haya asociado ciertos alimentos o la misma acción de comer a algo negativo, ya sea por situaciones desagradables que ha vivido anteriormente o por repetidas presiones o amenazas (si un niño está comiendo un plato de lentejas, que no le gusta nada y está tardando más de lo habitual, y su madre se pone nerviosa y empieza a amenazarle para que se lo acabe cuanto antes, probablemente el niño aborrezca este alimento).
¿Y qué aspectos prácticos podemos tener en cuenta para no crear una relación tiránica madre-hijo?
- Fomentando el apetito del niño, es decir, intentando crear platos originales y vistosos, sobre todo con los alimentos que a los niños más les cuesta comer (pescados, verduras, legumbres, etc.), utilizando platos de colores, etc.
- Practicando ejercicio físico a diario, para que así consuma energía y aumente su apetito.
- Imponiendo tiempos cortos entre las comidas: más comidas y menos cantidad (de 5 a 6 comidas diarias).
- Permitiéndole que el mismo regule la cantidad de comida que quiere tomar, ya que los padres regulan cuando se come y que se come.
centre ypsilon
Psicologia Granollers
Psicologia infantil- Psicologia adultos - Terapia de pareja- Psicopedagogía - Logopedia - Coaching -Sexología - Psicologia Forense
Plaça Arts 10 08401-Granollers
Movil: 625659811
Atencio 24h 807505218
Web:http://www.psicologiagranollers.com
Blog:http://psicologiagranollers.blogspot.com
Twitter: psicogranollers
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu aportación