- mutuo acuerdo y
- cuando uno de los miembros decide dejar al otro.
Vamos a centrarnos en este segundo caso, dando algunas pautas para ambos, y especialmente para quien es dejado, puesto que lo necesita un poco más:
Para quien deja la relación
Has encontrado motivos suficientes para decidir seguir tu camino sin la compañía del otro, y tras mucho sopesar, has decidido romper la relación:
- Sé claro, "necesito un tiempo" no es un mensaje muy claro. Si no estás seguro de seguir con la otra persona, déjalo y no más, le ayudarás a saber dónde y cómo posicionarse, a reaccionar de la mejor manera posible dada la situación, y a empezar a rehacer su vida (y la tuya) lo antes posible.
- Aunque no estás obligado, explicarle con serenidad los motivos de tu decisión le ayudarán a conocer tu punto de vista, saliendo del ensimismamiento y, compartido o no, le resultará enriquecedor.
- No juegues con lo sentimientos del otro. Aun sentirás muchas cosas, acercarte afectuosamente al otro en los momentos iniciales de la ruptura hará que crezca la ilusión de recuperarte aumentando su sufrimiento y ralentizando su proceso. Si tienes claro que no deseas seguir con esa persona respeta el tiempo necesario hasta que esté preparada para saber de ti.
- La famosa frase "podemos seguir siendo amigos". Al principio no estará preparado, sé comprensivo y dale todo el tiempo que necesite. Esto es lo más difícil, unas personas necesitarán más y otras menos.
Para quien es dejado
Aunque vieras cosas que no funcionaban en la relación, no viste motivos suficientes como para dejarlo y la noticia te ha pillado, más o menos, por sorpresa. Tranquilo, no se acaba el mundo y verás cómo puedes seguir adelante. La incredulidad y la rabia inicial poco a poco se irán convirtiendo en aceptación de la nueva situación y reencuentro contigo mismo. ¿Qué puedes hacer para volver a ser feliz?
- Si te dice "ahora no estoy seguro" o "necesito un tiempo" no te hagas ilusiones, si realmente tuviera claro que desea seguir contigo nada de esto escucharías. Tómatelo como un "se ha acabado" y empieza a pensar en ti cuanto antes, será lo mejor.
- Deshazte, guarda donde no veas o devuelve todos los objetos que te recuerden a esa persona. Suponen una autopista directa al dolor.
- No trates de luchar racionalmente con la pérdida. Llora cuanto sea necesario, y agradece lo vivido con esa persona que ahora no está en tu vida.
- Recupera quién eres. No quiere decir que hagas todo lo que hacías antes puesto que ahora ya no eres el mismo, aunque puede que muchos de tus gustos y costumbres sigan ahí, incorporando además tus 'nuevos' descubrimientos: actividades, música, vestimenta, orden/desorden, amistades, horarios, etc.
- Te asaltarán un montón de buenos recuerdos en compañía, ¡no te recrees! Siéntelos como un regalo que te ha sido dado y céntrate con valentía en tu presente y empieza a darle forma al futuro que deseas para ti. De nuevo agradece lo vivido y trata de pasar página.
- Cuidado con la rabia y los impulsos. Quizá sientas la necesidad de 'cantarle la caña' a la otra persona, puedes hacerlo aunque mejor si lo haces con serenidad. Si se lo dices con rabia, la frialdad emocional con la que te tratará hará que te sientas aun peor. De bien poco te servirá hacerle sentir culpable por cosas que según tú debería o no haber hecho o seguir o no haciendo. Piensa que ahora es más libre que nunca, al igual que tú. Si necesitas descargarte, mejor realiza alguna actividad física, y cuenta con algún amigo que te apoye. No te hagas tú más daño del que ya te han hecho. Es el mejor momento para quererte, cuidarte, estar por ti.
A medida que vayas tomando distancia emocional con respecto a la otra persona:
- Te darás cuenta que había cosas en tu 'anterior' vida que no eran de tu agrado, situarás a la otra persona de la idealización a un plano más 'real'. Ahora depende exclusivamente de ti incluir todo aquello que sí deseas en tu vida.
- Agradecerás la experiencia vivida y todo lo aprendido.
- Te gustarás más a ti mismo, al mundo y a los demás (también a tu ex, aunque con esto no hagas nada).
- Te habrás convertido en una naranja completa, ¡digno de otra naranja completa!
Consejos para ambos
- No intentéis ser amigos de una manera especial, como "con derechos".
- No os llaméis como si no hubiera pasado nada, como mínimo uno de los dos estará sufriendo.
- Una vez más, respetaros en la distancia y en la comunicación todo el tiempo que sea necesario.
¿Es posible una reconciliación?
Por supuesto que se puede volver a retomar la relación, eso sí, pasado un tiempo, que será extenso, todo el que sea necesario, una vez se ha aprendido a disfrutar de la Vida sin la otra persona, y no antes.
Como reflexión final, estar en pareja nos da la oportunidad de conocernos mejor a nosotros mismos, y una vez esa persona no está, debemos dar gracias y tomar todo aquello que nos sirva para continuar nuestro propio camino. Más sabios ahora y con todo a nuestro favor, recordar que sin sufrimiento no existiría la Felicidad; la Felicidad es el camino.
Autor: Ismael Nogales
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