de Sara Laso
A medida que me voy adentrando en el mundo del acoso laboral y sus consecuencias, me he visto ante un problema: ¿Por qué no se ha descrito diferentes escalas sobre el acoso laboral?
¿Estaríamos afirmando que si no se cumple "x" acciones ya no se es víctima de acoso laboral?
Generalmente los expertos e investigadores siguen patrones de psiquiatras o psicólogos de antaño sin elaborar nuevas líneas y dejando que éstas acaben siendo obsoletas, sin ajustarse a la realidad social. Por eso me he visto ante la problemática de la carencia de escalas de intensidad de mobbing pues las víctimas generalmente se encuentran ante la negación de muchos expertos (incluidos sindicatos) que descartan un proceso de acoso si no cumplen los requisitos descritos en los libros.
Con esto quiero decir que debe de existir una escala y que en ella encontremos diferentes acciones y síntomas que sigan describiendo el acoso laboral. Quizás sea hora de comenzar a elaborarlas…
- Estrés dentro del propio acoso laboral
- Acoso laboral
¡Ojo! ¿Y donde podemos encontrar la diferenciación de un estrés laboral y de un acoso laboral? La problemática radica en que muchas personas consideran que son víctimas de acoso laboral cuando la realidad es que viven un momento o situación de estrés que les conlleva a no diferenciar lo uno de lo otro. Eso hace que sigamos confundiendo ambos conceptos y sigamos normalizando este conflicto social.
Si una mujer es víctima de acoso sexual dentro del ámbito laboral carecerá de referencias y recursos si no son mencionados en los diferentes libros. Obviamente, el acoso sexual establece una relación simbiótica con la cognición, pero lo justo y necesario debería de ser que ante un caso de acoso sexual se cite acciones que pueden clasificarlo como tal (siempre dentro de las escalas que deben de realizarse, pues un tocamiento e incluso una simple obscenidad debe de ser clasificada como acoso sexual y no como una simple amonestación).
La necesidad de las escalas
Leyendo y leyendo referencias bibliográficas, todos establecen un patrón de actos que califican lo que es realmente el acoso laboral. Acciones realizadas por los propios hostigadores, así como los efectos secundarios derivados de los mismos.¿Estaríamos afirmando que si no se cumple "x" acciones ya no se es víctima de acoso laboral?
Generalmente los expertos e investigadores siguen patrones de psiquiatras o psicólogos de antaño sin elaborar nuevas líneas y dejando que éstas acaben siendo obsoletas, sin ajustarse a la realidad social. Por eso me he visto ante la problemática de la carencia de escalas de intensidad de mobbing pues las víctimas generalmente se encuentran ante la negación de muchos expertos (incluidos sindicatos) que descartan un proceso de acoso si no cumplen los requisitos descritos en los libros.
Con esto quiero decir que debe de existir una escala y que en ella encontremos diferentes acciones y síntomas que sigan describiendo el acoso laboral. Quizás sea hora de comenzar a elaborarlas…
El estrés y el mobbing
Así mismo, soy de las pocas investigadoras que realizo una diferenciación entre el estrés y el acoso laboral. Tenemos dos líneas dentro de los diferentes estudios realizados por otros investigadores:- Estrés dentro del propio acoso laboral
- Acoso laboral
¡Ojo! ¿Y donde podemos encontrar la diferenciación de un estrés laboral y de un acoso laboral? La problemática radica en que muchas personas consideran que son víctimas de acoso laboral cuando la realidad es que viven un momento o situación de estrés que les conlleva a no diferenciar lo uno de lo otro. Eso hace que sigamos confundiendo ambos conceptos y sigamos normalizando este conflicto social.
¿Y el acoso sexual dentro del ámbito laboral?
Finalmente no puedo olvidarme del acoso sexual dentro del ámbito laboral. No he leído ni una sola referencia (dentro de los que conozco, pues no quiero decir que no existan) que cite el acoso sexual dentro del acoso laboral. Generalmente se habla del acoso psicológico y/o el físico y las pocas menciones que se realizan delacoso sexual vienen precedido por un asterisco* en el cual mencionan su existencia pero no su profundidad.Si una mujer es víctima de acoso sexual dentro del ámbito laboral carecerá de referencias y recursos si no son mencionados en los diferentes libros. Obviamente, el acoso sexual establece una relación simbiótica con la cognición, pero lo justo y necesario debería de ser que ante un caso de acoso sexual se cite acciones que pueden clasificarlo como tal (siempre dentro de las escalas que deben de realizarse, pues un tocamiento e incluso una simple obscenidad debe de ser clasificada como acoso sexual y no como una simple amonestación).
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