Francisco Antonio Morales, del Instituto Nacional de Perinatología, explica que 80 por ciento de las mujeres que acaban de tener un bebé padece el trastorno psicológico.
Un llanto puede provocar tanta desesperación y angustia en una madre con depresión posparto que se han registrados casos extremos en los que "se sientan sobre sus hijos, cubren su boca hasta asfixiarlos para callarlos o bien los sacuden de forma violenta provocando derrames, desprendimiento de retina", comentó Francisco Antonio Morales, jefe de Psicología del Instituto Nacional de Perinatología (INP).
El especialista explicó que la depresión posparto es una realidad que padece 80% de las mujeres que acaban de tener un bebé. Cursan con una sensación de cansancio, tristeza, disforia (emoción desagradable o molesta), irritabilidad, falta de afecto y angustia tras haber cargado en su cuerpo por varias semanas a un ser vivo que alteró su organismo.
Por lo regular, dijo en entrevista, en la mayoría de los casos dicho trastorno desaparece con el paso del tiempo, sobre todo cuando hay una red de apoyo familiar que contribuye al cuidado del menor.
Casos extremos
Sin embargo, existen casos severos donde la depresión posparto se presenta con toda su sintomatología, es decir, con ideas delirantes, alucinaciones, cuadros psicóticos que las lleva a atentar contra su bebé.
"El embarazo no es provocador de angustia,pero a lo largo del mismo se desatan diversos momentos de estrés: cuestiones de problemas económicos, ser madre soltera y abandonada, problemas con la pareja, miedo a perder el trabajo si son obreras, hasta cómo va a nacer su bebé, porque nunca falta el relato de que alguien murió durante el parto, y el problema se acentúa cuando tienes antecedentes previos de depresión."
Morales Carmona precisó que los síntomas depresivos se presentan entre los siete y 20 días después del parto, en menor o mayor medida, y en el INP calculan que "situaciones tan graves como maltratar o llegar al extremo de asesinar al hijo, lo cual es menos frecuente", ocurre en 5% de los alumbramientos.
"Estas mujeres tienen mucha dificultad para activarse, generalmente nada les complace, sufren de anhedonia (incapacidad para experimentar placer, pérdida de interés y satisfacción en actividades), no quieren bañarse, no pueden atender al bebé y cuando lo escuchan, y no hay nadie, empiezan a zarandearlo porque quieren descansar, les irrita su llanto, provocando derrames. Casi siempre estas mujeres, con cuadros psicóticos, escuchan una voz que les dice que el bebé es un producto maléfico, por ello se deben deshacer de ellos.
"Una alerta es cuando estas mujeres, que no siempre están solas, comienzan a tener cuadros delirantes, pensamientos ilógicos, ver cosas y escuchar voces que le dan órdenes. Hay un historial de enfermedad mental. Legalmente son mujeres enfermas y, por lo tanto, no se le debe imputar el delito cometido", sostuvo tras referir que en el INP se atienden alrededor de 4 mil partos al año.
A largo plazo
Para Adriana González Padilla, directora de la Licenciatura en Psicología del Instituto en Investigación en Psicología Clínica y Social, si la madre sufre el rechazo permanente hacia el hijo, puede haber luego problemas.
"Un bebé evoca sentimientos y recuerdos en la madre almacenados, que experimentó directamente cuando era un bebé, mientras interactuaba con su propia madre y la experiencia empática que tuvo con ella", explicó.
"Puede ser que la nueva madre guarde conflictos y resentimientos muy profundos con la figura materna y por eso le resulta difícil sentir empatía hacia su hijo. Lo sano y recomendable es acudir a una terapia para poder solucionar el origen de la patología y facilitar la relación entre madre e hijo", acotó.
••• Claves
Maltrato infantil
• En términos generales, en México se estima que de la población infantil (32.4 millones de niños y niñas menores de 14 años), 10% es víctima de malos tratos; esto significa que en 2 de cada 5 hogares hay algún tipo de violencia.
• La Clínica del Niño Maltratado del Instituto Nacional de Pediatría describió que las agresiones se manifiestan a través de gritos, groserías, sacudidas bruscas, quemaduras, asfixia, ahogamiento, abuso sexual y envenenamiento.
• En muchas ocasiones el agresor utiliza lo que tiene en la mano, proporciona puntapiés o azota al menor contra la pared.
• En Estados Unidos y en Corea, a finales de 2010 se registraron los casos de dos madres adictas a videojuegos que asesinaron a su hijo por interrumpirlas mientras usaban la computadora.
México • Blanca Valadez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu aportación