Un diagnóstico erróneo del trastorno obsesivo compulsivo puede tener graves consecuencias

Síntomas comunes

Puede ser muy fácil confundir los síntomas del TOC con los del TDAH: cuando un estudiante en clase se muestra poco atento e inquieto, enseguida se da por supuesto que padece TDAH. En realidad es posible que el estudiante esté distraído por acciones o pensamientos obsesivos: es decir, padece trastorno obsesivo-compulsivo. Aunque ambos trastornos tienen en común síntomas muy similares, los mecanismos causantes de uno y otro son muy diversos, por lo que un diagnóstico incorrecto puede tener graves consecuencias para el paciente. Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel) han publicado un estudio comparativo de las características del TOC y del TDAH, según los cuales en realidad el TOC y el TDAH tienen muchas más diferencias que similitudes.

Los investigadores analizaron y compararon las pautas de conducta de tres grupos de personas: 30 a los que se les había diagnosticado TOC, 30 a los que se les había diagnosticado TDAH, y un grupo de control sin ninguna patología mental. Todos eran hombres y tenían una edad media de 30 años. Se estudiaron diversas funciones cognitivas y del comportamiento: memoria, atención, resolución de problemas o inhibición de impulsos arbitrarios.

Tal y como preveían los investigadores, el grupo con TOC y el grupo con TDAH obtuvieron resultados inferiores en funciones de memoria, tiempo de reacción, atención y otras funciones cognitivas. Unos y otros mostraron también menor auto control. No obstante, el grupo con TDAH tenían muchas más dificultades controlando sus impulsos mientras que el grupo con TOC controlaba mejor dichos impulsos.

Según uno de los co-autores del estudio, el profesor Reuven Dar de la facultad de ciencias de la psicología de la Universidad de Tel Aviv, esto demuestra que, aunque TOC y TDAH parecen ser muy similares a nivel conductual, los mecanismos que los provocan son muy diferentes. Las personas que tienen TDAH actúan por impulsos y rara vez reflexionan sobre las consecuencias de sus acciones. Todo lo contrario que los enfermos de TOC, los cuales siempre se muestran preocupados por las posibles consecuencias de sus acciones: lo planifican y lo controlan todo.

El artículo, publicado en el último número de Journal of Neuropsychology, establece una clara distinción entre TOC y TDAH y propone unas guías de manejo clínico para un diagnóstico más preciso. Confundir uno y otro supone un gran problema: así, por ejemplo, el fármaco metilfenidato, que suele ser recetado a los enfermos de TDAH, puede empeorar los síntomas de los enfermos de TOC. Un diagnostico correcto es crucial para el bienestar del paciente, y no sólo para escoger la medicación adecuada, sino también para escoger el tratamiento psicológico correcto e informar a familia y educadores de cómo afrontar este trastorno.

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)

Es un trastorno de ansiedad que afecta al 2% de la población. Se desconocen sus causas exactas, aunque se especula con que está relacionado con la alteración de los niveles de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, los impulsos y la agresividad.

El TOC se caracteriza por los siguientes síntomas: obsesiones y compulsiones. El afectado sufre una obsesión recurrente con ciertas ideas, pensamientos, imágenes o impulsos (obsesiones). El enfermo puede sentir obsesión por la limpieza, (se lava las manos constantemente) por ciertas imágenes, por contar objetos o por realizar cierta acción de forma repetitiva y siempre del mismo modo (compulsiones)
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Jaume Guinot
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