Conociendo la personalidad de los manipuladores

de Psicología

manipulación

¿Te sentís manejado por alguien?. ¿Descubrí con frustración que siempre terminas haciendo lo que quiere el otro y no lo que realmente te gustaría?. ¿Critico la culpa o temor de provocar la ira o el disgusto de alguien cercano a tu vida y, para evitarlo, decís que si a todo lo que te pide?. Es posible, entonces, que haya extraído en la red de un hábil chantajista emocional.

Estos astutos egocéntrico se perfeccionan en el arte de obtener lo que quieren a costa del interés o el beneficio de los demás. Aunque hay algunos con estrategias muy obvias, la amenaza, la intimidación o la violencia, la mayoría son sutiles y tejen su tela en forma solapada para que caigas en ella casi sin darte cuenta. Es más, para que sus deseos parezcan tu propia elección.

La buena noticia es que es posible, y necesario, ponerle límite a sus intentos de obtener siempre lo que desean. Aprende a defender tus verdaderos sueños y deseos y hacerte respetar.

Desenmascara a los manipuladores que te rodean y libérate para siempre de su nociva influencia.

Discretos y sutiles, son muy hábiles en el uso de estrategias para imponer su voluntad. Sin embargo, puedes aprender a detectarlos y a ponerles límites.

Si alguien te persiguiera levantando un palo, te alejarías, ¿verdad?. Una situación de riesgo tan evidente como esta te llevaría a ponerse a salvo sin pensarlo dos veces. El tema es que los manipuladores no son,generalmente, del tipo de hombre de las cavernas. Al contrario, la mayoría son encantadores, seductores y dueños de una habilidad consumada para envolverte en su telaraña y hacer que cumplas con sus deseos como si fueran los tuyos. Esta condición solapada es lo que hace tan difícil desenmascararlos y poner freno a sus manejos egoístas.

Pero no te engañes, aunque pueden sonreír mientras procuran obtener de vos lo que se les antoja, estas personas ejercen una forma de violencia que pueden causar muchísimo daño emocional. La manipulación es un mecanismo de dominación insidioso, porque erosiona tu voluntad y tu autoestima como una gota que cae sobre una piedra, sin prisa, pero sin pausa. Para cuando te dan cuenta, tu vida consiste en hacer siempre su voluntad y nunca la tuya.

Diferentes estilos, el mismo fin.

Estos chantajistas emocionales están en todos lados y las encontradas en sus círculos más cercanos: Padres, hermanos, pareja, amigos, jefe. No es fácil que un desconocido intente manejar que crisis fuera así, lo advertiría enseguida. ¿Por qué?. Porque con un desconocido no hay nada en juego. En cambio con las personas que queremos se ponen en acción otros mecanismos: El miedo a perder a quienes amamos, el temor a no ser queridos o a ser rechazados. Los manipuladores de nuestro entorno conocen a la perfección nuestros puntos débiles y los explotan sin pudor. Egocéntrico, sólo piensan en su propio bienestar y no encaminan esfuerzos en conseguirlo.

Hay mucha forma de manipular, tanto a los individuos como a los grupos. Las técnicas más eficaces se apoyan en nuestras emociones o en sus principales variantes: El miedo, la cólera, el sufrimiento o el placer, sin olvidar la confusión, la inseguridad, la vanidad, la voluntad de afirmación y el temor al rechazo.

Hay dos maneras en las que una persona trata de imponer su voluntad a otra:

Con un estilo discreto e invisible durante un período prolongado, con un criterio estratégico y de visión a largo plazo, al manipulador no le importa invertir tiempo, porque a la larga sabe que obtendrán lo que desea.
De manera más visible e intensa cuando hay una crisis, es decir, cuando ve en riesgo la concreción de sus deseos.

Afortunadamente, se puede reconocer a estos seres egoístas e interesados fácilmente y aprender a prevenirse de sus nocivas estrategias

Las características de estas personas.

Utilizan múltiples camuflajes para confundir a sus víctimas.
Algunos son fácilmente irritables, otros se muestran amables socialmente pero en la intimidad actúan de manera opuesta.
Son personas imprevisibles. Nunca se sabe que los enoja o que les molesta.
Transfieren a los demás sus propias responsabilidades.
Inducen a las víctimas a hacer cosas que no harían a partir de sus propias convicciones.
Carecen de empatía. No tienen en cuenta las necesidades y los deseos de los demás.
Utilizan pseudoverdades universales para obtener lo que quieran, por ejemplo, la calidad, la tolerancia o el perdón.
Nunca expresan claramente sus demandas.
Intolerantes con otro, son permisivos consigo mismo.un y en
Son egocéntricos e inseguros, pero se esconden detrás de un manto de superioridad.
Le gusta sembrar cizaña, criticar, culpar a los demás o mentir si eso les conviene.

Aunque es muy difícil que estos individuos cambien, podés cambiar dos, abrir los ojos y recuperar su libertad para hacer lo que deseas, sin tener que renunciar al verdadero afecto y al respeto por vos mismo.

Jaume Guinot - Psicoleg col·legiat 17674
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