de Psicología
La mayoría de las diferencias entre los hombres y las mujeres se deben a miles de años de condicionamiento. No son fundamentales por naturaleza, pero hay unas pocas diferencias que les dan una belleza única, individualidad. Esas diferencias se pueden contar muy fácilmente.
Una de ellas es que la mujer es capaz de producir vida; el hombre no lo es. En ese aspecto, él es inferior, y esa inferioridad ha jugado un gran papel en el dominio de las mujeres por el hombre. El complejo de inferioridad funciona de esta manera: pretende ser superior para engañarse a sí mismo y para engañar al mundo entero.
Por eso, a lo largo de los siglos el hombre ha estado destruyendo la genialidad, el talento, las capacidades de la mujer, para, de esta forma, poder probar que él es superior, ante sí mismo y ante el mundo.
Pero las verdaderas diferencias existen ciertamente, y tenemos que buscarlas detrás del montón de diferencias inventadas. Una diferencia que veo es que una mujer es más capaz de amar que un hombre. El amor del hombre es más o menos una necesidad física; el amor de la mujer, no. Es algo más grande y más elevado, es una experiencia espiritual. Por eso, la mujer es monógama y el hombre es polígamo.
Al hombre le gustaría tener a todas las mujeres del mundo, y aun no estaría contento con ello. Su insatisfacción es infinita.
La mujer puede sentirse satisfecha con un amor, absolutamente satisfecha, porque no mira el cuerpo del hombre, mira sus cualidades más profundas. No se enamora de un hombre que tiene un hermoso cuerpo musculoso, se enamora de un hombre que tiene carisma -algo indefinible, pero inmensamente atractivo-, que es un misterio a explorar. No quiere que su hombre sea tan sólo un hombre, sino una aventura en el descubrimiento de la conciencia.
El hombre es muy débil en lo concerniente a la sexualidad; sólo puede tener un orgasmo. La mujer es infinitamente superior; puede tener orgasmos múltiples. Y este ha sido uno de los asuntos más molestos. El orgasmo del hombre es local, confinado a los genitales.
El orgasmo de la mujer es total, no está confinado a los genitales. Todo su cuerpo es sexual, y puede tener una bella experiencia orgásmica mil veces mayor, más profunda, más enriquecedora, más nutritiva que la que puede tener un hombre.
Pero la tragedia radica en que todo su cuerpo tiene que ser excitado, y el hombre no está interesado en ello, nunca ha estado interesado en ello. Ha utilizado a la mujer como una máquina sexual para aliviar sus propias tensiones sexuales. En cuestión de segundos ya ha terminado. Y para cuando ha terminado, la mujer ni siquiera ha comenzado. En cuanto el hombre termina de hacer el amor, se da la vuelta y se duerme. El acto sexual le ayuda a dormir bien, más relajado, con todas las tensiones liberadas en la actividad sexual. Y toda mujer ha llorado y gemido cuando ha visto esto. Ella ni siquiera ha comenzado, no se ha movido.
Para hacer que también la mujer sea una compañera orgásmica, el hombre tiene que aprender juegos preliminares, tiene que aprender a no tener prisa por ir a la cama. Tiene que convertir hacer el amor en un arte. Pueden tener un lugar -un templo de amor- en donde se queme incienso, sin luces fuertes, sólo velas. Y él debería acercarse a la mujer cuando esté en un estado bello, alegre, para poder compartirlo con ella. Lo que sucede normalmente es que los hombres y las mujeres se pelean antes de hacer el amor.
El amor nunca debería ser forzado, nunca debería intentarse. No debería estar en la mente en absoluto. Estáis jugando, bailando, cantando, disfrutando… es parte de esta prolongada alegría. Si sucede, es bello. Cuando el amor sucede, tiene belleza. Cuando se hace que suceda, es feo.
Estas son diferencias naturales, no tienen nada que ver con el condicionamiento. Hay otras diferencias. Por ejemplo, una mujer está más centrada que un hombre… Es más serena, más silenciosa, más paciente, es capaz de esperar. Quizá a causa de estas cualidades, la mujer tiene más resistencia a las enfermedades y vive más que el hombre. A causa de su serenidad, su delicadeza, puede traer una plenitud inmensa a la vida del hombre. Puede rodear la vida de un hombre de una atmósfera muy relajante, muy cálida.
Pero el hombre tiene miedo, no quiere estar rodeado por la mujer, no quiere dejarle que cree su calidez cariñosa en torno a él. Tiene miedo, porque de esa forma se volverá dependiente. Así que, durante siglos, ha estado manteniéndola a distancia. Y tiene miedo porque en lo profundo de sí sabe que la mujer puede superarlo. Ella puede dar nacimiento a la vida. La naturaleza la ha elegido a ella para reproducir, no al hombre.
La función del hombre en la reproducción es casi nula. Esta inferioridad ha creado el mayor problema, el hombre ha empezado a cortar las alas de la mujer. Ha empezado a reducirla y condenarla de todas las maneras, para al menos poder creer que él es superior.
En China, durante cientos de años, se consideraba que la mujer no tenía alma, de forma que el marido podía matarla y la ley no interfería. La mujer era posesión del marido. Si él quería destruir sus muebles, no era ilegal. Si quería destruir a su mujer, no era ilegal.
El hombre ha privado a la mujer de educación, de independencia económica. La ha privado de movilidad social porque tiene miedo.
La mujer es hermosa (el hombre no, al menos eso pienso como hombre, no es que sea feo yo, pero la mujer tiene una belleza inexplicable).
El hombre es muy egoísta.
El hombre ha creado esta sociedad, y en esta sociedad no hay lugar para la mujer. ¡Y ella tiene tremendas cualidades propias! Por ejemplo, si el hombre tiene la posibilidad de la inteligencia, la mujer tiene la posibilidad del amor. Esto no significa que ella no pueda tener inteligencia; puede tenerla, simplemente hay que darle la posibilidad de que la desarrolle. Pero el amor es algo con lo que ha nacido, ella tiene más compasión, más dulzura, más comprensión…
El hombre y la mujer son dos cuerdas de una misma arpa, pero ambos sufren cuando están separados el uno del otro. Y como están sufriendo y no saben por qué, empiezan a vengarse el uno del otro.
La mujer puede aportar una ayuda inmensa para crear una sociedad orgánica. Ella es diferente del hombre, pero a un nivel igual. Ella es tan igual a un hombre como cualquier otro hombre. Ella tiene talentos propios que son absolutamente necesarios. No es suficiente ganar dinero, no es suficiente llegar a tener éxito en el mundo; es más necesario un bello hogar, y la mujer tiene la capacidad de transformar cualquier casa en un hogar. Ella lo puede llenar de amor; ella tiene esa sensibilidad. Ella puede rejuvenecer al hombre, ayudarle a relajarse.
No hay necesidad de que el hombre se sienta inferior a la mujer.
Toda esa idea surge porque se piensa en el hombre y en la mujer como dos especies distintas.
La mayoría de las cosas que hacen diferentes a los hombres y a las mujeres son condicionales. Las diferencias deberían mantenerse porque hacen a los hombres y a las mujeres atractivos mutuamente, pero no deberían utilizarse como reprobaciones.
Me gustaría que ambos se hicieran un todo orgánico, permaneciendo al mismo tiempo absolutamente libres, porque el amor nunca crea ataduras, da libertad. Entonces podremos crear un mundo mejor.
La mujer debería buscar en su propia alma su propio potencial y desarrollarlo, y tendrá así un hermoso futuro. El hombre y la mujer no son ni iguales ni desiguales, son únicos. Y el encuentro de dos seres únicos trae algo milagroso a la existencia.
Top 10 diferencias entre hombres y mujeres
1- Hombres y mujeres tienen circuitos cerebrales diferentesUna de ellas es que la mujer es capaz de producir vida; el hombre no lo es. En ese aspecto, él es inferior, y esa inferioridad ha jugado un gran papel en el dominio de las mujeres por el hombre. El complejo de inferioridad funciona de esta manera: pretende ser superior para engañarse a sí mismo y para engañar al mundo entero.
Por eso, a lo largo de los siglos el hombre ha estado destruyendo la genialidad, el talento, las capacidades de la mujer, para, de esta forma, poder probar que él es superior, ante sí mismo y ante el mundo.
Pero las verdaderas diferencias existen ciertamente, y tenemos que buscarlas detrás del montón de diferencias inventadas. Una diferencia que veo es que una mujer es más capaz de amar que un hombre. El amor del hombre es más o menos una necesidad física; el amor de la mujer, no. Es algo más grande y más elevado, es una experiencia espiritual. Por eso, la mujer es monógama y el hombre es polígamo.
Al hombre le gustaría tener a todas las mujeres del mundo, y aun no estaría contento con ello. Su insatisfacción es infinita.
La mujer puede sentirse satisfecha con un amor, absolutamente satisfecha, porque no mira el cuerpo del hombre, mira sus cualidades más profundas. No se enamora de un hombre que tiene un hermoso cuerpo musculoso, se enamora de un hombre que tiene carisma -algo indefinible, pero inmensamente atractivo-, que es un misterio a explorar. No quiere que su hombre sea tan sólo un hombre, sino una aventura en el descubrimiento de la conciencia.
El hombre es muy débil en lo concerniente a la sexualidad; sólo puede tener un orgasmo. La mujer es infinitamente superior; puede tener orgasmos múltiples. Y este ha sido uno de los asuntos más molestos. El orgasmo del hombre es local, confinado a los genitales.
El orgasmo de la mujer es total, no está confinado a los genitales. Todo su cuerpo es sexual, y puede tener una bella experiencia orgásmica mil veces mayor, más profunda, más enriquecedora, más nutritiva que la que puede tener un hombre.
Pero la tragedia radica en que todo su cuerpo tiene que ser excitado, y el hombre no está interesado en ello, nunca ha estado interesado en ello. Ha utilizado a la mujer como una máquina sexual para aliviar sus propias tensiones sexuales. En cuestión de segundos ya ha terminado. Y para cuando ha terminado, la mujer ni siquiera ha comenzado. En cuanto el hombre termina de hacer el amor, se da la vuelta y se duerme. El acto sexual le ayuda a dormir bien, más relajado, con todas las tensiones liberadas en la actividad sexual. Y toda mujer ha llorado y gemido cuando ha visto esto. Ella ni siquiera ha comenzado, no se ha movido.
Para hacer que también la mujer sea una compañera orgásmica, el hombre tiene que aprender juegos preliminares, tiene que aprender a no tener prisa por ir a la cama. Tiene que convertir hacer el amor en un arte. Pueden tener un lugar -un templo de amor- en donde se queme incienso, sin luces fuertes, sólo velas. Y él debería acercarse a la mujer cuando esté en un estado bello, alegre, para poder compartirlo con ella. Lo que sucede normalmente es que los hombres y las mujeres se pelean antes de hacer el amor.
El amor nunca debería ser forzado, nunca debería intentarse. No debería estar en la mente en absoluto. Estáis jugando, bailando, cantando, disfrutando… es parte de esta prolongada alegría. Si sucede, es bello. Cuando el amor sucede, tiene belleza. Cuando se hace que suceda, es feo.
Estas son diferencias naturales, no tienen nada que ver con el condicionamiento. Hay otras diferencias. Por ejemplo, una mujer está más centrada que un hombre… Es más serena, más silenciosa, más paciente, es capaz de esperar. Quizá a causa de estas cualidades, la mujer tiene más resistencia a las enfermedades y vive más que el hombre. A causa de su serenidad, su delicadeza, puede traer una plenitud inmensa a la vida del hombre. Puede rodear la vida de un hombre de una atmósfera muy relajante, muy cálida.
Pero el hombre tiene miedo, no quiere estar rodeado por la mujer, no quiere dejarle que cree su calidez cariñosa en torno a él. Tiene miedo, porque de esa forma se volverá dependiente. Así que, durante siglos, ha estado manteniéndola a distancia. Y tiene miedo porque en lo profundo de sí sabe que la mujer puede superarlo. Ella puede dar nacimiento a la vida. La naturaleza la ha elegido a ella para reproducir, no al hombre.
La función del hombre en la reproducción es casi nula. Esta inferioridad ha creado el mayor problema, el hombre ha empezado a cortar las alas de la mujer. Ha empezado a reducirla y condenarla de todas las maneras, para al menos poder creer que él es superior.
En China, durante cientos de años, se consideraba que la mujer no tenía alma, de forma que el marido podía matarla y la ley no interfería. La mujer era posesión del marido. Si él quería destruir sus muebles, no era ilegal. Si quería destruir a su mujer, no era ilegal.
El hombre ha privado a la mujer de educación, de independencia económica. La ha privado de movilidad social porque tiene miedo.
La mujer es hermosa (el hombre no, al menos eso pienso como hombre, no es que sea feo yo, pero la mujer tiene una belleza inexplicable).
El hombre es muy egoísta.
El hombre ha creado esta sociedad, y en esta sociedad no hay lugar para la mujer. ¡Y ella tiene tremendas cualidades propias! Por ejemplo, si el hombre tiene la posibilidad de la inteligencia, la mujer tiene la posibilidad del amor. Esto no significa que ella no pueda tener inteligencia; puede tenerla, simplemente hay que darle la posibilidad de que la desarrolle. Pero el amor es algo con lo que ha nacido, ella tiene más compasión, más dulzura, más comprensión…
El hombre y la mujer son dos cuerdas de una misma arpa, pero ambos sufren cuando están separados el uno del otro. Y como están sufriendo y no saben por qué, empiezan a vengarse el uno del otro.
La mujer puede aportar una ayuda inmensa para crear una sociedad orgánica. Ella es diferente del hombre, pero a un nivel igual. Ella es tan igual a un hombre como cualquier otro hombre. Ella tiene talentos propios que son absolutamente necesarios. No es suficiente ganar dinero, no es suficiente llegar a tener éxito en el mundo; es más necesario un bello hogar, y la mujer tiene la capacidad de transformar cualquier casa en un hogar. Ella lo puede llenar de amor; ella tiene esa sensibilidad. Ella puede rejuvenecer al hombre, ayudarle a relajarse.
No hay necesidad de que el hombre se sienta inferior a la mujer.
Toda esa idea surge porque se piensa en el hombre y en la mujer como dos especies distintas.
La mayoría de las cosas que hacen diferentes a los hombres y a las mujeres son condicionales. Las diferencias deberían mantenerse porque hacen a los hombres y a las mujeres atractivos mutuamente, pero no deberían utilizarse como reprobaciones.
Me gustaría que ambos se hicieran un todo orgánico, permaneciendo al mismo tiempo absolutamente libres, porque el amor nunca crea ataduras, da libertad. Entonces podremos crear un mundo mejor.
La mujer debería buscar en su propia alma su propio potencial y desarrollarlo, y tendrá así un hermoso futuro. El hombre y la mujer no son ni iguales ni desiguales, son únicos. Y el encuentro de dos seres únicos trae algo milagroso a la existencia.
Top 10 diferencias entre hombres y mujeres
Fuente: depsicologia.com
Siempre se ha sospechado que los cerebros de las mujeres y los e los hombres, son un poco diferentes. Ahora la ciencia está apoyando un dato del saber popular: un nuevo estudio descubrió que los hombres tienen más sinapsis conectando a las células en una región particular del cerebro.
2- Las mujeres sienten el dolor de forma diferente a los hombres
Hasta ahora se ha asumido que las mujeres tenían un alto nivel de tolerancia al dolor, bastante más alto que el de los hombres, esto para ayudarlas a lidiar con la agonía de dar a luz o con sus dolores menstruales. Pero el asunto es que en realidad las mujeres sienten el dolor de una forma muy diferente.
3- Los hombres son más propensos a tener problemas de memoria que las mujeres
Es típico en las mujeres quejarse de la mala memoria de los hombres, lo admito, nuestra reputación en ese aspecto es bastante mala. Los hombres tendemos a olvidar aniversarios, cumpleaños, etc. Así al menos lo dice el estereotipo de hombre, es lo que dice la cultura popular. Ahora un estudio científico ha llegado para probarlo como la ciencia manda.
4- Estar en buena forma es más difícil para las mujeres que para los hombres
Las mujeres de más de 65 años encuentran más difícil que los hombres de la misma edad conservar sus músculos, lo que probablemente tiene un impacto en su capacidad para permanecer en buena forma física. Por primera vez los científicos han demostrado que es más duro para las mujeres reemplazar la masa muscular que se pierde naturalmente con la edad. Esto se debe a las diferencias entre el cuerpo masculino y femenino en cuanto al aprovechamiento de la comida.
5- Dormir mal es más dañino para las mujeres que para los hombres
Desde hace tiempo se sabe que un sueño deficiente daña más a las mujeres que a los hombres, ahora investigadores de la Universidad Duke han descubierto por qué.
El estudio, publicado en Brain, Behavior and Immunity, descubrió que el sueño deficiente está asociado con problemas psicológicos (angustia)y un elevado riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Y descubrieron también que esto se daba mucho más en las mujeres que en los hombres.
6- Mujeres y hombres tendrían diferentes estructuras cerebrales
Durante mucho tiempo se pensó que la arquitectura cerebral era la misma para todos y que las diferencias entre comportamientos y actitudes, entre hombres y mujeres, se debía a las diferencias hormonales y por supuesto a las presiones sociales. Sin embargo los científicos están encontrando evidencia que sugiere que el cerebro de hombres y mujeres se forman a partir distintas "programaciones" genéticas y que existen diferencias entre algunos circuitos neurológicos y la concentración de neurotransmisores.
7- Hombres y mujeres discuten de forma diferente
Algo que se puede decir que caracteriza al ser humano, es la discusión. Junten a dos personas y ya tendrán una discusión asegurada, incluso alguno que otro discute solo.
Se discute sobre cualquier cosa, si bien cada uno tiene un estilo diferente. Está el sumiso, pasivo, agresivo, abusivo-pasivo, agresivo-abusivo, sumiso-agresivo, etc.
8- Las mujeres se preocupan más que los hombres
Es sabido por los científicos desde hace tiempo que las mujeres en general, de todas las edades, tienden a preocuparse más, y a tener preocupaciones más intensas que los hombres. Las mujeres también tienden a percibir más riesgos en situaciones y a volverse más ansiosas que los hombres. Esto se sabía, sí, pero no la razón de porqué es así. (Son más depresivas también)
9- Diferencias en cómo hombres y mujeres leen el lenguaje no verbal
El lenguaje no verbal lo usamos cuando nos comunicamos con alguien, al tiempo que hablamos, o a veces incluso sin hablar, estamos comunicando con los movimientos de las manos, del cuerpo, las expresiones del rostro, etc.
Según los psicólogos las mujeres son mejores que los hombres para interpretar el lenguaje no verbal, lo que delata nuestro comportamiento. Pero un nuevo estudio dice que la facilidad para leer a otros tiene más que ver con metas interpersonales.
10- En las fotos de desnudos, los hombres miran primero el rostro
Después de todo es verdad lo que los hombres le dicen siempre a las mujeres: "lo primero que miro en una mujer es si tiene rostro bonito". Al menos eso confirma un estudio publicado en la revista Hormones and Behavior.
Uno esperaría que los hombres y mujeres miren las fotografías sexuales de una forma diferente, pero lo que descubrió este nuevo estudio es que los hombres, más que las mujeres, son los que tienden más a mirar primero el rostro antes que otras partes del cuerpo desnudo.
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