Mirar al presente y a la realidad disfrutando de "el ahora"
La gran clave para ser felices probablemente pueda ser el hecho de no estar focalizandonos en aquellas cosas que no exiten en lugar de disfrutar de aquellas que tenemos.
Para lograrlo tenemos que dejar de lado tiempos pasados, y no echarle la culpa a nuestra forma de desaprovechar las cosas en ese tiempo pasado, encarando al futuro con el mayor de los entusiasmos y de una forma realista.
Vivimos en el presente, y por ello debemos avanzar siempre en nuestro presente para poder mejorar en el futuro, en lugar de estar pensando en el pasado y futuro. Aún sabiendolo, la mayoría de la sociedad vive con la mente en el pasado y en el futuro, produciendo un miedo psicológico a los retos que nos presenta nuestra vida diaria.
El problema no es simplemente el hecho de mirar al pasado o al futuro, al contrario, puede ser bueno si recordamos lo bueno, y miramos hacia delante con optimismo, pero no fijarnos en ambos tiempos de forma negativa o con miedo.
Una forma mala de mirar al pasado es hacerlo con nostalgia. Nos tienta el hecho de querer revivir momentos ya pasados y que seguramente no volverán, hay que ser realistas y afrontar nuevos retos en la vida, mirando hacia atrás con una sonrisa en lugar de con añoranza.
Pero el hecho es que miramos hacia atrás lamentandonos por lo perdido, por lo que no volverá, y lo que tenemos que hacer en lugar de eso es vivir el ahora.
Otra forma negativa de mirar hacia atrás es autoinculpándonos, lo cual se puede mirar de dos formas muy diferentes: si hacemos critica del pasado para aprender de los errores anteriores de cara al presente o al futuro es una situación perfecta, pero, si nos quedamos atascados en el pasado, no sabemos aprender de las vivencias y volvemos a caer en los mismos errores, es cuando viene una serie de conclusiones muy negativas para nuestra forma de vivir actual.
Cuando hacemos lectura del futuro también nos encontramos dos situaciones bien diferenciadas: una de ellas es mirar al futuro de forma que preveemos algo que no ha pasado, pudiendo solucionar los problemas que se nos presentan debido a nuestro comportamiento previsivo. Esto es muy positivo. Lo malo es cuando vivimos con la preocupación constante, lo cual no nos deja ser felices y nos martiriza constantemente. Esto suele desencadenar en un bucle de tristeza que debemos de evitar a toda costa, si no podemos sufrir sentimientos tan malignos como pueden ser tristeza, angustia y sobre todo miedo.
Las expectativas tambien suelen tener un efecto negativo, ya que las centramos principalmente a personas, anticipando una forma de actuar de éstas, sin tener control ninguno sobre sus comportamientos, lo cual puede llevar a frustación y decepción. Hemos de ser conscientes de que las personas son libres de hacer cualquier cosa, y que no debemos de tener depencia excesiva de éstas, sobre todo si no son seres queridos, es decir, hay que saber "andar con pies de plomo".
Enrique Jiménez
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