Los niños y el psicoanálisis según Winnicott

de PSYQUIS

El maestro, los padres y el médico

¿Qué podría reunir a un maestro, un padre o madre y el médico? Seguramente la respuesta es un niño. El niño es el cemento que liga entre sí estas piedras, y es también el terremoto que las hace pedazos.

En el caso del niño normal el médico no ingresa mucho en el cuadro como persona. Ahora sería interesante saber que definimos como normalidad.

Muchos niños son los más inteligentes de su clase y parecería que no tienen ningún problema, pero quizás necesiten ser incentivados a tener un tiempo de ocio. No dejarlos a un lado, porque talvez su dedicación solo está suplantando una falta. De ahí que el comprender a los niños no sea cosa fácil. Winnicott propone al psicoanálisis como una forma de entender realmente a los niños en la escuela y el hogar.

Existen casos en los que el niño oculta sus temores y los proyecta culpando a otros. Pero la culpa esta en el interior del niño, es él quien se siente realmente culpable. Tal vez no de forma consciente.

En algunos casos los sentimientos del niño suelen ser tan fuertes para ellos que no encuentran forma de expresarse correctamente. Se dirigen a sus padres  y culpabilizan a los maestros, cuando en realidad el mensaje real u oculto es otro. Algo difícil de expresar sería por ejemplo: "mamá yo te quiero, a pesar de que en muchas de las formas en las que se puede expresar amor la escuela lo hizo mejor que tú; además mi amor a la escuela no fue tan intenso, en la escuela hubo menos conflictos y me sentí más contento que en casa".

El médico entra como la figura que realmente puede entender que es lo que pasa por la mente del niño y cuales son sus reales sentimientos. Además, él debe saber manejar la frustración de la madre que se siente muchas veces impotente y busca en el médico cierta compresión inicial. A su vez el médico deberá advertir a la profesora de la situación para que ella pueda aguantar una posible agresión por parte de la madre del niño.

En el caso de el niño, al ser este tratado en un psicoanálisis, la labor del médico consiste en irlo librando poco a poco de la culpa que siente al no poder expresar que es lo que esta sintiendo(sus quejas contra sus padres y el hogar). Así poco a poco, el niño no tendrá necesidad de inventar mentiras, culpabilizado a otros.

Cuando surgen problemas con los niños, la mayoría de los médicos y maestros tienden a culpabilizar a los padres. En general es cierto que los padres están propensos a no llevar las cosas de la manera más idónea, pero precisamente porque son  padres. Es normal que no cuenten con la objetividad necesaria para tratar la problemática de sus hijos.  Los padres están ligados a sus hijos mediante lazos emociones históricos  de los cuales es muy difícil desprenderse.

El maestro y el médico cuentan con la ventaja de estar en una postura menos subjetiva. Empero, es menester de ambos comprender la situación que enfrentan los padres al enfrentar una problemática referente a sus hijos. Inclusive ser lo suficientemente flexibles como para soportar una eventual arremetida de los padres contra ellos.

Ahora también hay padres inseguros que no se conocen a ellos mismos y por ende dudan de ser capaces de educar a sus hijos. Confían y dejan toda la educación de sus hijos en manos de "los maestros perfectos". Esto es un error, aunque desde el punto de vista institucional como escuela, resulte lo más cómodo.

El médico deberá ser quien busque el equilibrio de las partes, siempre pensando primero en los intereses del niño. Para esto el médico debe de ganarse su confianza, por ejemplo, compartiendo sus fantasías persecutorias.

En el psicoanálisis, se puede llegar a entender a niños que tienen un peso de culpabilidad tan grande en su interior que sólo lo pueden llegar a expresar mediante somatizaciones; como por ejemplo mediante vómitos continuos para votar lo malo.

"Es corriente que los médicos, maestros y padres "sepan un poco de psicoanálisis". Esta tendencia no puede ser positiva, por que se aproxima a la psicología de lo inconsciente debido al temor a su propio inconsciente, o, si prefieren, por falta de confianza de su capacidad intuitiva, y si este temor lo lleva a uno a la psicología pero no al análisis del origen del temor, el resultado será una solución de compromiso entre la comprensión y la ceguera. Quizás algo se haya llegado a ver, pero con el fin de que otra cosa permanezca oculta."

Sin embargo, sería un grave error del médico no tomar en cuenta la opinión de los padres. Ellos son, a fin de cuentas, quienes han estado cerca del niño durante la mayor parte de su desarrollo.

El contar con un historial del niño siempre será una guía provechosa. De la misma forma en que los padres pueden guiar la labor del terapeuta. Un historial psicoanalítico sería de una enorme utilidad para el desenvolvimiento de un niño en la escuela. Si los maestros contaran con el debido tiempo de analizar el historial de cada uno de sus estudiantes, podrían aportar para el desarrollo de los niños de una manera más eficaz.

Por ejemplo, sabrían si es prudente o no  incentivar a un niño, que ha sido depresivo, hacia alguna actividad específica. Entenderían mejor ciertas conductas que a simple vista son entendidas como indisciplinadas, etc.

Entonces la misión del médico, es precisamente, como ya hemos mencionado, dar el correcto equilibrio de las partes involucradas. Fomentar un mayor entendimiento, hacia padres y maestros, del por qué  de la  conducta del niño. A la vez mediante el psicoanálisis ir liberando al niño de su culpabilidad, permitiéndole centrar su energía en desarrollarse armónicamente como individuo.

Jaume Guinot - Psicoleg col·legiat 17674
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