El lenguajeElementos del Pensamiento
El lenguaje, las imágenes y los conceptos son los tres elementos más importantes del pensamiento.
El lenguaje humano es un sistema flexible de símbolos que nos permite comunicar ideas, pensamientos y sentimientos. El lenguaje hablado se basa en unidades universales de sonido denominadas fonemas. Por ejemplo, los sonidos de t, g y m son fonemas, éstos por sí mismos carecen de significado y, por tanto, rara vez nos ayudan a pensar. Pero podemos agrupar algunos fonemas para formar palabras, prefijos (in, des) o sufijos (-ble, -bilidad). A estos se les llama morfemas, que son las unidades más pequeñas de significado en una lengua e intervienen de manera importante en la cognición.
Podemos combinar los morfemas para formar palabras que representan ideas muy complejas. Y podemos combinar las palabras para formar frases y oraciones que representan ideas más complejas aún. Cuando pensamos en algo, digamos el mar o el ocaso, nuestras ideas rara vez reflejan los pensamientos individuales expresados por morfemas como rojo o tranquilo. Más bien, las ideas se transmiten en frases y oraciones como ?El mar está muy tranquilo esta noche?.
Las oraciones tienen una estructura superficial ?las palabras y frases- y una estructura profunda, el significado subyacente. La misma estructura profunda puede comunicarse por medio de varias estructuras superficiales:
El mar está muy tranquilo esta noche.
Esta noche el mar está tranquilo como nunca.
En comparación con otras noches, hoy el mar está tranquilo.
Cuando queremos comunicar una idea, comenzamos con un pensamiento, después seleccionamos las palabras y frases que la expresen y, finalmente, emitimos sonidos que las constituyen. A esto se le llama procesamiento de arriba abajo (o descendente). Las cosas se invierten cuando queremos comprender una oración. Comenzamos con los sonidos emitidos y ascendemos hasta su significado. A esto se le llama procesamiento de abajo hacia arriba (o ascendente).
Del mismo modo que hay reglas para combinar fonemas y los morfemas, también hay para estructurar las oraciones y su significado. Se aplican por igual al lenguaje hablado y al de signos. Los lingüistas las llaman en conjunto gramática. Los dos grandes componentes de la gramática son la semántica y la sintaxis. La semántica describe cómo asignamos significado a los morfemas. La sintaxis es el sistema de reglas que rigen la manera de combinar las palabras para formar oraciones gramaticales.
Las imágenes
Una imagen es la representación de una experiencia sensorial; nos sirve para pensar en cosas. Podemos visualizar a personas a quienes conocemos, podemos oler la cena de Navidad, podemos escuchar las palabras de una persona querida. En conclusión, pensamos usando imágenes sensoriales.
Las imágenes nos permiten pensar en términos no verbales. Albert Einstein utilizaba mucho sus poderes de visualización para comprender fenómenos que más tarde describía en intrincadas fórmulas matemáticas. Estaba convencido de que su genio extraordinario era en parte fruto de su habilidad de visualizar las posibilidades de conceptos abstractos. De hecho el individuo forma imágenes para reflexionar sobre los problemas y resolverlos. Las imágenes también nos permiten utilizar formas concretas para representar ideas complejas y abstractas. En conclusión, las imágenes forman parte importante del pensamiento y la cognición.
Los conceptos
Los conceptos son categorías mentales que sirven para clasificar a personas, objetos o eventos. Cuando pensamos en algo, digamos un leopardo, generalmente pensamos en los conceptos que se aplican a ese animal: rápido, elegante, manchado, etc. También podemos usar los conceptos para crear y organizar jerarquías o grupos de categorías subordinadas. Por ejemplo, el concepto general de plantas puede dividirse en las categorías subordinadas de árboles, arbustos y pastos, así como el concepto de árboles puede subdividirse en robles, arces, pinos, etc. Los conceptos nos ayudan a pensar más eficientemente sobre las cosas y cómo se relacionan entre sí.
Los conceptos también dan significado a las experiencias nuevas. No nos formamos un nuevo concepto con cada experiencia; más bien, nos basamos en los existentes y asignamos al nuevo objeto o evento a la categoría apropiada. En el proceso, podemos modificar algunos de nuestros conceptos para mejorar la correspondencia con nuestra experiencia. La conceptualización de cualquier persona o cosa, es una forma de agrupar o categorizar las experiencias, por lo que cada nueva experiencia no tiene que ser una sorpresa. En cierto modo, sabemos lo que debemos pensar de ellas.
Prototipos
Son los modelos mentales que contienen las características más representativas de un concepto. Cuando pensamos en el concepto ave, no pensamos en todas las clases que conocemos, ni tampoco imaginamos una lista con las características que comparten todas las aves (alas, plumas, pico, dos patas, poner huevos). Más bien imaginamos el prototipo de un ave ?típica?, el cuan probablemente se parezca mucho a un canario. Un pingüino no corresponde muy bien a este prototipo, pero aún así podemos decir que es un ave por su grado de pertenencia a la categoría.
Los conceptos difieren entre las culturas
Si los integrantes de culturas distintas emplean conceptos y categorías también diferentes a causa de sus experiencias divergentes, no concebirán el mundo ni organizarán sus experiencias del mismo modo; esto a su vez producirá importantes diferencias en su conducta.
Solución de problemas
El primer paso de la solución es la representación del problema, que consiste en interpretarlo o definirlo. Quizá nos sintamos tentados a omitirlo y de inmediato a resolverlo tal como se presenta, sólo que este impulso a menudo nos lleva a respuestas incorrectas.
Las personas especialmente dotadas para resolver problemas son igualmente hábiles para interpretarlos y representarlos en forma adecuada. Por ejemplo, los grandes maestros del ajedrez clasifican de inmediato una nueva situación del juego comparándola con otras situaciones generales que guardan en su memoria a largo plazo.
Obtención y evaluación de soluciones
Una vez interpretado correctamente un problema, el siguiente paso será seleccionar la estrategia idónea de entre una amplia gama de posibilidades.
Estrategias normalmente disponibles:
Ensayo y error
Esta estrategia funciona mejor cuando se tienen pocas opciones. Por ejemplo, si hubiera sólo tres o cuatro llaves de dónde elegir, el ensayo y error sería la mejor táctica para averiguar cuál abre la puerta. Sin embargo, en problemas más complejos habrá que escoger otra estrategia. La que apliquemos habrá de basarse en una clasificación y una representación exactas del problema. Pero además deberá tener en cuenta los límites de la memoria a corto plazo. Es necesario que podamos recuperar la información y operar sobre ella, sin saturar el escaso espacio de trabajo de la memoria a corto plazo.
Recuperación de la información
En algunos casos, para encontrar la respuesta a un problema basta recuperar información de la memoria a largo plazo. La recuperación de la información es una opción muy útil cuando hay que obtener la solución rápidamente. Por ejemplo, un piloto debe memorizar la velocidad más baja a la que puede volar un avión antes que pierda velocidad y se dirija en picada al suelo. Cuando necesita esa información, no puede ponerse a calcular la respuesta correcta. Como el tiempo es un factor decisivo, simplemente consulta su memoria para conseguir una respuesta inmediata.
Algoritmos
Los problemas más complejos también requieren métodos más complejos. En algunos casos, puede emplearse un algoritmo. Los algoritmos son métodos que garantizan una solución, siempre y cuando se emplee el algoritmo apropiado para el problema y se aplique correctamente. Por ejemplo, un algoritmo para resolver un anagrama (grupo de letras que pueden reordenarle para formar una palabra) supone probar todas las combinaciones posibles de letras hasta encontrar la palabra escondida. Supongamos que nos dan las letras clo. Probamos loc, lco, olc, ocl hasta que finalmente damos con col, quedando así resuelto el problema.
Heurística
Muchos de los problemas que encontramos en la vida diaria no pueden resolverse por medio de algoritmos. En tales casos recurrimos frecuentemente a la heurística, que es un conjunto de reglas prácticas que nos ayudan a simplificar problemas. No garantiza una solución pero la pone a nuestro alcance.
Un método heurístico muy simple es el escalamiento. En él tratamos de acercarnos cada vez más a la meta final, si digresiones ni retrocesos. En cada paso, evaluamos hasta qué altura de la colina hemos llegado, qué distancia nos falta recorrer y cuál es el siguiente paso que debemos dar para acercarnos a la meta. Otro método heurístico consiste e fijarse sub-metas. Al hacerlo podemos dividir un problema en partes más pequeñas y manejables, que son más fáciles de resolver que el problema global.
Obstáculos para la solución de problemas
Muchos factores aparte de los que ya mencionamos influyen en el éxito con que se soluciona un problema. Uno de ellos es el nivel de motivación o activación emocional. No obstante el estado ?máximo? u óptimo del desempeño se alcanza en los niveles intermedios de activación. Más aún, cuanto más compleja sea la tarea, más bajo será el nivel de emoción que puede tolerarse sin que entorpezca el desempeño. En términos generales, es preciso generar cierto grado de emoción para sentirnos lo suficientemente motivados, a fin de que resolvamos un problema; pero una activación excesiva puede deteriorar la capacidad de encontrar una solución.
Otro factor que puede facilitar la solución o dificultarla es la disposición, o sea la tendencia a percibir el problema o abordarlo de ciertas formas. La disposición determina cuál información podremos recuperar de la memoria en una situación dada. Puede ser útil si hemos aprendido ciertas operaciones o percepciones que podemos aplicar en el momento presente. Por ejemplo, tendemos a tener un mejor desempeño cuando resolvemos un problema por segunda o tercera vez, porque hemos aprendido estrategias más eficaces para escoger las tácticas y porque entendemos mejor el problema. Al aprender a abordar un problema en cierto orden lógico tendremos mayor oportunidad de resolverlo.
Pero las disposiciones no siempre ayudan a la solución de problemas. Si un problema exige aplicar la experiencia anterior de un modo distinto, una disposición sólida podría convertirse en un serio obstáculo. Las personas más exitosas en esta área son aquéllas que cuentan con muchas disposiciones u pueden juzgar cuándo cambiarlas o cuándo renunciar a ellas por completo.
Lo importante es utilizar una disposición cuando conviene, pero sin dejar que nos domine. En otras palabras, es útil mientras no entorpezca otras formas de resolver el problema.
La fijación funcional
Es una característica de la disposición capaz de obstaculizar seriamente la solución de problemas. Por eso es importante tener la apertura suficiente para ver que, en caso necesario, un objeto puede utilizarse para cumplir una función diferente.
La fijación funcional también se observa en los problemas de las personas. Por ejemplo, en años recientes el problema de los ancianos ha recibido más atención. Los que son recluidos en asilos se sienten a veces inútiles y deprimidos. Los niños no deseados que viven en orfanatos no siempre reciben el tiempo y la atención que necesitan. En vez de considerar a los ancianos como personas que han dejado de ser productivas y que necesitan ser atendidas, a alguien se le ocurrió la idea de que podrían servir de padres adoptivos de los niños de orfanato. En este caso se suspendió la función fijada de ambos grupos. Los ?abuelos? daban afecto y atención a los niños, y éstos los hacían sentirse útiles. Dos problemas humanos fueron resueltos con una solución inteligente, nueva y humanitaria.
Como resolver más eficazmente los problemas
El primer paso en la solución de un problema consiste en probar varias formas de interpretarlo o representarlo. Por tanto se pueden ensayar varias estrategias, cambiando el ángulo desde el cual se ve.
Táctica de eliminación
Si en un problema está más seguro de lo que no quiere que de lo que quiere, la táctica de eliminación puede serle de gran utilidad. El mejor método consiste en preparar primero una lista de todas las soluciones que se le ocurran. Después irá desechando aquellas que lo lleven a donde no desea en absoluto. Le queda así un pequeño número de soluciones potenciales que puede analizar más a fondo. Esta estrategia dará resultado sólo si la lista contiene por lo menos una buena solución. De lo contrario, terminará eliminando todas y habrá de comenzar de nuevo. Procure no desechar una solución que al parecer le va a dar un resultado indeseado, pero que examinada más de cerca podría resultar excelente.
Visualización
Otra táctica útil consiste en visualizar, diagramar y graficar varias opciones. El trazar un diagrama e incluso construir un modelo simple del problema facilitará captar el principio del mismo y evitar detalles irrelevantes o distractores.
Solución creativa de problemas
Aquel que reúne los criterios de originalidad, inventiva y flexibilidad.
Pensamiento convergente
Aquel que se centra en la solución correcta de un problema.
Lluvia de ideas
Estrategia para la solución de problemas en la cuan un individuo o un grupo genera muchas ideas y las evalúa después de recabar el mayor número posible de ellas.
Toma de decisiones
Es un tipo especial de solución de problemas en el cual ya conocemos todas las opciones o soluciones posibles. La tarea no consiste en encontrar nuevas soluciones, sino en escoger la mejor aplicando un conjunto de criterios previamente establecidos. Esto puede parecer un proceso demasiado simple, pero a veces debemos manipular una seria extensa y compleja de criterios, lo mismo que un gran número de alternativas. A medida que aumentan los criterios y las opciones, también crece la dificultad de tomar una decisión sensata. La forma lógica de proceder en la toma de una decisión consiste en valorar las opciones disponibles con todos los criterios y llegar a una medida global del grado en que cumplen con ellos. En cada opción, las características atractivas pueden anular o compensar las no atractivas; de ahí que a este método se le llame modelo compensatorio.
Sin embargo, la mayoría de las personas no siguen un sistema tan riguroso en la toma de decisiones. Más bien utilizar varios modelos no compensatorios en que las limitaciones de un criterio no se compensan con las bondades de otro.
Representatividad
El método heurístico de la representatividad se usa ampliamente para hacer un juicio y adoptar una decisión. Lo utilizamos siempre que tomamos una decisión basándonos en cierta información que corresponde a nuestro modelo del objeto típico de una categoría.
Una limitación de la representatividad es la tendencia a estereotipar; es decir, a atribuir ciertas características a todos los objetos o miembros de un grupo. Por ejemplo, muchos individuos discriminan a los ancianos por considerarlos incapaces de realizar algunos trabajos, por lo tanto generalmente a todos los juzgan como representativos del modelo general.
Disponibilidad
Método heurístico que permite fundamentar un juicio o una decisión en la información que se recupera con mayor facilidad de la memoria; aún cuando ésta no sea precisa.
Sesgo de confirmación
Otro método heurístico que propicia errores y que está estrechamente relacionado con la disponibilidad es el sesgo de confirmación, o sea la tendencia a buscar evidencia que confirme nuestras creencias y que prescinda de la que las contradice. Es uno de los procesos que permite conservar los estereotipos ante los hechos que los refutan. Retomando un ejemplo sobre los ancianos, para nosotros generalmente son personas débiles y mentalmente lentas. Cada vez que vemos a uno que necesita cuidados o ayuda, lo tomamos como confirmación de nuestra creencia. Pero tendemos a ignorar muchos casos de ancianos que llevan una vida sumamente productiva. Mientras no tomemos en cuenta la evidencia contraria a nuestras ideas, el estereotipo tenderá a permanecer inalterado.
Lenguaje y pensamiento
En resumen, el lenguaje, la cultura y el pensamiento están interrelacionados. La gente crea palabras para captar los aspectos importantes de su experiencia, y a su vez, las palabras moldean la forma en que piensa y en lo que piensa. La experiencia moldea el lenguaje y éste influye en las experiencias subsecuentes. Pero también podemos pensar en cosas para las cuales no tenemos palabras; el pensamiento no está, pues, limitado a las palabras de una lengua.
Lenguaje figurado
El ser humano puede emplear el lenguaje en forma creativa para expresar sus ideas. En los últimos años se han dedicado muchas investigaciones al lenguaje figurado: el lenguaje expresivo o no literal, como la metáfora y la ironía.
Un hallazgo interesante es que al parecer las personas pueden comprender el lenguaje figurado con la misma rapidez que el literal. Lo anterior significa que sabemos utilizar muy bien el lenguaje figurado para expresar ideas que sería difícil comunicar con el lenguaje literal. En una encuesta se le preguntó a un grupo de estudiantes por qué la gente usa el lenguaje figurado. De manera sorprendente coincidieron en que la ironía es una forma útil de manifestar emociones negativas, de aumentar el interés o de invitar a la reflexión. También dijeron que la metáfora es un medio eficaz para aclarar un tema o ser elocuente. En conclusión, el lenguaje figurado no es más que un ejemplo de la relación tan flexible que existe entre el pensamiento y el lenguaje.
Referencias Bibliográficas
Compilación de Pensamiento y Lenguaje (2003),Universidad Gestalt
de mundo gestaltJaume Guinot - Psicoleg col·legiat 17674
Psicologia Granollers
Psicologia infantil- Psicologia adultos - Terapia de pareja- Psicopedagogía - Logopedia - Coaching -Sexología - Psicologia Forense
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