La depresión afecta directamente a la memoria y a la discriminación visual de los pacientes hasta tal punto que la severidad de esta patología puede medirse registrando la gravedad de dichos síntomas, según señala el estudio científico 'Alteraciones neuropsicofisiológicas en el lóbulo occipital en pacientes depresivos'.
Según señaló hoy en un comunicado el Instituto R. Coullaut de Psiquiatría, la investigación, dirigida por el doctor español Juan Coullaut-Valera García, fue publicada el pasado mes de noviembre en la revista científico-médica 'Actas Españolas de Psiquiatría', y hoy ha recibido el premio 'Doctor Escudero Valverde' que otorga anualmente la Real Academia Nacional de Medicina.
El trabajo, que desde su publicación ha sido acogido con especial interés por la comunidad médica internacional, abre una nueva vía de investigación de la depresión centrada en el estudio de las áreas posteriores del cerebro y relacionando percepción visual con pacientes depresivos.
De manera que ha conseguido demostrar que cuanto más tarda en responder un paciente depresivo a un estímulo visual mayor es la severidad de la depresión, y, del mismo modo, que los pacientes depresivos ven afectada directamente a la capacidad de procesar información y a la reacción a estímulos visuales y sufren enlentecimiento al procesar la información que reciben sus cerebros.
Para el doctor Coullaut-Valera García, este descubrimiento "dota de una nueva medida con la que poder determinar la severidad de la depresión", en definitiva es una nueva herramienta con la que poder determinar con mayor exactitud cuál es la incidencia y la gravedad de dicha patología. Además, "estos datos nos permiten considerar que la depresión es una enfermedad de un interés creciente tanto en la sociedad como en la comunidad científica. Dicho interés justifica y exige por parte de la investigación un esfuerzo para ampliar los ámbitos de su conocimiento", explica.
REGISTRO DE ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS
El estudio, realizado a 40 personas con edades comprendidas entre los 30 y 60 años, de los cuales, 19 eran pacientes depresivos del Instituto Rafael Coullaut de Psiquiatría y, el resto, sujetos control que no sufrían dicha patología mental, se ha centrado en medir la actividad eléctrica cerebral generada ante diferentes tipos de estimulación sensorial o psicológica.
Para determinar el registro electrofisiológico se ha utilizado como técnica los potenciales evocados, es decir el registro de los cambios en la actividad eléctrica del sistema nervioso que ocurren en respuesta a un estímulo determinado. Concretamente de la onda P300 que representa el proceso cognitivo simple o complejo necesario para cualquier toma de decisiones y que, de alguna forma, puede ser activado mediante estímulos simples o tareas muy complejas.
Estos fenómenos bioeléctricos se han registrado a través de electrodos situados en la piel o el cuero cabelludo para poder registrar estas ondas de manera que se podía medir la respuesta a los estímulos en cada uno de los pacientes. "Existe una correlación negativa entre la amplitud de la Onda P300 y la severidad de la depresión, de tal forma que a mayor amplitud P300 menor severidad y viceversa", y, de la misma manera, existe un retraso en la latencia de la onda P300, de forma global, tanto en la tarea de discriminación visual como de la tarea de memoria en los pacientes depresivos.
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