Sabemos que nuestro cerebro se ve afectado por una
diversidad de situaciones y entre ellas, una que afecta mucho, es cuando
vivimos situaciones de estrés aguda, como la tensión que vivimos ante una película
de terror. En esos momentos de tensión, que el cerebro esta viviendo como algo
totalmente real, este intenta buscar soluciones al problema y así es como revive
situaciones que hayan generado en nosotros estados de animo similares.
Hay que tener en cuenta que, para el cerebro, y concretamente
para nuestro inconsciente, no hay distinciones entre realidad y ficción, lo que
hace que entremos tanto en una película y que podamos empatizar con los protagonistas
o con la situación. Si la película es de amor nos pone tiernos, si es de acción
nos acelera, y si es de terror reaccionamos ante ese miedo sentido.
Según el estudio original del dr. Hermans, "El estrés
agudo altera la forma en que nuestro cerebro funciona. Este cambio de estado
cerebral se puede entender como una redistribución estratégica de los recursos
que son vitales cuando la supervivencia está en juego”.
Ya era algo que se ha estudiado largamente en animales, y se
ha visto como si se les expone a situaciones de estrés agudo, estos reaccionan
de forma química, liberando diversas hormonas y activando neurotransmisores que
pueden llegar a modificar de forma significativa zonas del cerebro. En humanos
lo que se ha podido ver es que también se producen ese tipo de cambios, como
una reacción al estrés, creando unos cambios adaptativos en el cerebro que lo
preparan para enfrentarse a esas situaciones de tensión, sean o no, como en el
caso de una película, reales.
Los investigadores demostraron que no solo hay una
modificación de la noradrenalina, ni solo un bloqueo del cortisol, ni siquiera
que solo intervengan el eje hipotálamo, hipófisis y glándulas suprarrenales,
sino que se general un cambio general en el funcionamiento de las zonas encargadas
de la atención, del control de la alerta o del sistema endocrino.
Los participantes en dicho estudio, que eran controlados por
resonancias cerebrales, también mostraron una dificultad en pensar con calma, haciendo que la toma de decisiones
sea muy rápida en esos momentos.
Así pues, ver películas de terror nos termina por hacer
estar más alerta, esperar más cosas negativas y de rebote puede causar que
estemos más nerviosos.
Mi consejo: Más comedias y menos terror.
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